La UEFA pretende quedarse con 44 mil para uso propio. Los clubes españoles están indignados y reclaman que Villar les consiga 30 mil para cada uno.
Por Joaquín Maroto
Ciudad de México, 5 de mayo (SinEmbargo/As México).– Ángel María Villar, el presidente de la Federación Española de Fútbol y presidente en funciones de la UEFA, presionará para que el organismo aumente al máximo el cupo de entradas para los dos equipos madrileños y españoles, Real Madrid y Atlético, que disputarán la final de la Copa de Europa en Milán el próximo día 28. Villar quiere que cada club pueda disponer de 30 mil entradas para atender las solicitudes de su masa social.
Ambos clubes ya se han puesto en contacto con el presidente ante lo que consideran un agravio comparativo con respecto a otras finales y un abuso de posición de la UEFA, que quiere evitar esta situación ante los problemas de corrupción desatados en la FIFA, varios de ellos relacionados con el enriquecimiento ilícito de algunos de sus ejecutivos con el reparto de las entradas en el Mundial de Brasil.
La UEFA, en una primera reunión que se celebró este jueves en Milán, informó a los clubes de que dispondrán de 18 mil entradas cada uno, pero Villar, ante la protesta conjunta de Madrid y Atlético, presionará para aumentar el cupo hasta un global de 60 mil dado que la capacidad del estadio de San Siro es de 80 mil espectadores. Al encuentro acudieron Emilio Butragueño, por parte del Real Madrid, y Clemente Villaverde, por parte del Atlético. La UEFA plantea en primera instancia quedarse con más entradas que los dos clubes juntos, lo que supone un total de 44 mil entradas, más que en ninguna final anterior en toda la historia de la Copa de Europa.
En la última final entre ambos equipos, la que se disputó en Lisboa, la UEFA entregó 18 mil entradas para cada equipo pese a que el aforo del estadio Da Luz es inferior en 20.000 localidades al de San Siro. Dada la capacidad de ambos recintos, el reparto planteado para la final de Milán no se corresponde con el que se hizo en Portugal. El Valencia y el Bayern de Múnich, en la final del año 2001 también en San Siro, dispusieron de 23 mil entradas cada uno, 5 mil más de las que ahora ofrece la UEFA a cada finalista, Atleti y Madrid.
El precio de las entradas para la final de Milán es otro problema. La más barata vale 70 euros y la más cara 440. Cantidades fuera de mercado y, sobre todo, de la situación real de la economía. Para agravar la situación, los hoteles de Milán se han encarecido un 500% en las últimas horas, y siguen subiendo. Después de los graves episodios de corrupción en la FIFA, la UEFA no quiere que el asunto de las entradas y los precios de la final de la Champions den razones para una protesta generalizada. Villar, como presidente en funciones de la organización, tratará de evitar ese escándalo y de cubrir las necesidades de los equipos españoles, también desde su obligación como presidente de la Federación Española de Fútbol.
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