En la petición NO al delfinario en Bahías de Huatulco, Oaxaca. México, más de 24 mil ciudadanos han pedido a Darío Pacheco Venegas, Presidente Municipal de Santa María Huatulco, detener el proyecto de la compañía cancunense Dolphin Discovery, que pretende llevar espectáculos con mamíferos marinos a la región.
Ciudad de México, 21 de abril (SinEmbargo).– Integrantes de la sociedad civil exigen a autoridades ambientales, tanto federales como locales de Oaxaca, detener el proyecto para construir un delfinario en Bahías de Huatulco, ya que consideran que no es coherente con la sustentabilidad, el respeto por los animales y la educación de los niños.
En la petición NO al delfinario en Bahías de Huatulco, Oaxaca. México, más de 24 mil ciudadanos han pedido a Darío Pacheco Venegas, Presidente Municipal de Santa María Huatulco, detener el proyecto de la compañía cancunense Dolphin Discovery, que pretende llevar espectáculos de este tipo a la región.
De acuerdo con la petición colgada en la plataforma Change.org, «Bahías de Huatulco es un Centro Integralmente Planeado (CIP) que sostiene una economía bastante dinámica en el turismo, siempre acompañada de responsabilidad ambiental».
En ese sentido, Carlos César Ramos, instructor de buceo desde hace 25 años en aquel destino turístico, dijo en entrevista para SinEmbargo que «como comunidad tenemos la convicción de que no es compatible con la sustentabilidad y armonía con el entorno que durante muchos años hemos tratado de promover aquí. Es una actividad que pone animales en cautiverio, no lo podemos permitir».
Además, expuso, en este proyecto las autoridades responden a intereses económicos.
«Se sabe que hay una gran corrupción a niveles muy altos para no tocar al delfinario». Por lo que exhortó –al igual que en la petición– a que Gabino Cué Monteagudo, Gobernador del Estado de Oaxaca; Darío Pacheco, Presidente Municipal de Santa María Huatulco; Nereo García García, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Oaxaca; Enrique de la Madrid Cordero, Secretario de Turismo; Rafael Pacchiano Alamán; Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y Tomás Víctor González Ilescas, delegado de la Semarnat en Oaxaca, actúen de manera coherente y trabajen para salvaguardar la entidad.
Sin embargo, el Ingeniero Químico de profesión, reconoció no tener plena confianza en que las autoridades velen por los intereses de los ciudadanos: «No esperamos mucho porque se han otorgado permisos para 32 delfinarios [en México] no veo porque no aprobarían el número 33, y si eso pasa vamos a recurrir a la resistencia civil. Si no hacemos suficiente ruido, creo que es difícil pararlo».
Ramos agregó que además de la petición, un grupo de ciudadanos ya trabajan en el desarrollo de una campaña de difusión que llegará a las escuelas de la entidad para informar a los menores sobre la verdad de los delfinarios, ya que considera que el mensaje que mandan a la niñez es que es correcto tener animales en cautiverio y utilizarlos como espectáculo para ganar dinero.
«Los delfinarios no educan a los niños, el comportamiento de estos mamíferos no es el mismo cuando se encuentran en su hábitat natural que en cautiverio: en el océano pueden nadar hasta 150 kilómetros en un día, en un delfinario los tienen en tanques de 10 por 10 metros», acusó.
En México más de 320 delfines, más focas y lobos marinos, «se encuentran en cautiverio o son explotados en la industria del entretenimiento que se refugia bajo el argumento de querer educar y conservar la especie. Sin embargo, en Huatulco respetamos y aprendemos de estos hermosos mamíferos observándolos en su hábitat natural, sin obligarlos a vivir encerrados», se lee en la petición.
Según información del activista, cada delfín genera cada día ganancias entre siete y ocho mil dólares. «Su destino es morir en el delfinario, ellos desarrollan gastritis por estrés y la alimentación que les proporcionan», lamentó.
«Proponemos dar la espalda a esta empresa multimillonaria para ser referente nacional e internacional en lo que respecta a conciencia ambiental y social. Este es el primer paso para, en próximos años, eliminar por completo los delfinarios, promoviendo la creación de santuarios donde los animales puedan tener una vida digna y acorde a sus necesidades naturales», agregaron los inconformes en la petición colgada hace un par de semanas.
Los ciudadanos aclararon que no están en contra de proyectos de inversión que generen beneficio a la población, «ya que todos buscamos el desarrollo de la comunidad, sin embargo, nuestra educación y amor por la naturaleza nos obliga a rechazar rotundamente la construcción de un delfinario porque consideramos que los delfines no deben, por ningún motivo, ser mantenidos en cautiverio para realizar actos que van en contra de sus instintos, con el único fin de ‘divertir’ al público», agregaron.
Por ello proponen dar la espalda a Dolphin Discovery y convertir a Huatulco en referente nacional e internacional sobre conciencia ambiental y social: «este es el primer paso para, en próximos años, eliminar por completo los delfinarios, promoviendo la creación de santuarios donde los animales puedan tener una vida digna y acorde a sus necesidades naturales».
El ciudadano cuestionó la decisión de las autoridades por haber prohibido la exhibición de animales en los circos, sin tocar a los delfinarios, ¿por qué a ellos no se le tocó?», reclamó.
Los delfines son animales salvajes que son extraídos del mar para colocarlos en tanques con espacio insuficiente y «la ley sólo veló por la integridad de animales que pertenecían a pequeños negocios familiares [circos] y a los tres grandes delfinarios que hay en México [Dolphin Discovery, Dolfinaris, Ventura Entertainment], el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) curiosamente no los tocó».
«Exigimos que revisen las incongruencias en la Ley General de Vida Silvestre», dijo.
A la sociedad en general pidió no asistir a estos espectáculos: «hay una gran mentira detrás de la sonrisa del delfín, los delfines no están sonriendo, esa es la forma de su mándibula, esa es la gran tragedia de los delfines, que aunque se estén muriendo, parece que se están riendo. No fomenten estas actividades atroces».