Sidewalk Labs, filial de Alphabet, está buscando localizaciones para construir una ‘ciudad fantasma’ donde probar el coche autónomo o Google Fiber, entre otras.
Por Alberto Iglesias Fraga
Ciudad de México, 18 de abril (SinEmbargo/TICbeat).- El auge de las smart cities es una constante en nuestra sociedad, pero este despegue exige probar tecnología e innovaciones, muchas veces poco testadas previamente, en entornos urbanos reales, con los consiguientes perjuicios que ello puede suponer para los ciudadanos. Ante esta disyuntiva, Alphabet, matriz de Google, ha tomado la iniciativa y está buscando localizaciones para construir su propia ciudad a modo de laboratorio.
La idea no es nueva (Pegasus Global Holdings ya está construyendo una ‘ciudad fantasma’ en pleno desierto del Nuevo México, en EU) pero sí que muestra la necesidad imperiosa de las firmas tecnológicas por probar hasta la saciedad sus productos antes de lanzarlos al mercado.
Así pues, la ciudad de Google sería un laboratorio a escala real, con todo tipo de dispositivos creados por sus ingenieros (como los archiconocidos coches autónomos, fibra óptica, globos de Internet, etc.) conviviendo en un mismo entorno inhabitado.
En ese sentido, la filial de Alphabet Sidewalk Labs ya está negociando con consultores y urbanistas de alto nivel para la ejecución de este ambicioso proyecto. Los alrededores de Denver y Detroit son algunas de las zonas favoritas de los 100 investigadores de Google que están trabajando para construir esta gran ciudad fantasma, según informe Recode.
EL «PLAN B»: CREAR DISTRITOS DIGITALES
En caso de que no prospere la idea de la ciudad-laboratorio, en Google manejan un ‘plan B’, el cual consistiría en llegar a acuerdos con ayuntamientos y condados para utilizar pequeños barrios o zonas urbanas con escasa densidad habitacional para llevar a cabo allí sus primeros tests tecnológicos.
En este caso, los nuevos ‘distritos digitales’ donde Sergey Brin, Larry Page y los suyos desplieguen sus innovaciones podrían revalorizar de forma notable su valor, con lo que Google y sus socios podrían encontrar otro nicho de negocio basado en la especulación inmobiliaria y la gestión del patrimonio. Y es que, ¿quién dijo que para innovar había que estar en un laboratorio?