Oliver busca alterar la situación de la polémica durante la primera serie de la temporada en Nueva York, que enfrenta a Yanquis y Astros esta semana. Acusando a los Yanquis de elitistas, el cómico vende entradas para asientos exclusivos por un cuarto de dólar a aficionados que prometan ir vestidos de una forma no apropiada para esa grada.
YORK (AP) — John Oliver ha avivado la polémica que rodea a los asientos más exclusivos del estado de los Yanquis de Nueva York.
Dos chicas vestidas con trajes de unicornio y otra pareja disfrazada de tiburón se sentaron en la segunda fila por detrás del plato en el juego del miércoles. Son los últimos aficionados que recibieron las costosas entradas por solo 25 centavos cada una gracias al programa «Last Week Tonight with John Oliver», de la televisora HBO, tras prometer acudir al estadio vestidos como «riff-raff», una expresión coloquial para referirse a «gentuza».
Oliver busca alterar la situación de la polémica durante la primera serie de la temporada en Nueva York, que enfrenta a Yanquis y Astros esta semana. Acusando a los Yanquis de elitistas, el cómico vende entradas para asientos exclusivos por un cuarto de dólar a aficionados que prometan ir vestidos de una forma no apropiada para esa grada.
Dos chicos acudieron a una zona de los palcos el martes con disfraces de las Tortugas Ninja Mutantes Adolescentes.
Tras el anuncio de los Yanquis de que los aficionados no podrían imprimir más en sus casas las entradas, el director ejecutivo de la franquicia, Lonn Trost, explicó en la emisora de radio WFAN en febrero que alguien que compra una entrada rebajada en un servicio de reventa «podría ser alguien que nunca se ha sentado en un asiento premium, lo que supone una frustración para nuestra base de aficionados».