Según datos publicados por el Ministerio de Comercio de China, en 2015, el volumen comercial chino-latinoamericano disminuyó un 10.28 por ciento internaual hasta los 236 mil 545 millones de dólares, mientras que el comercio bilateral chino-mexicano mantuvo una tendencia creciente.
BEIJING, 17 mar (Xinhua) — La Asamblea Popular Nacional, máximo órgano legislativo chino, concluyó su sesión anual el miércoles con la aprobación del proyecto de desarrollo económico y social para el periodo 2016-2020, conocido como el XIII Plan Quinquenal.
Dirigido a orientar el desarrollo del país asiático, el XIII Plan Quinquenal también ofrece fundamentos políticos que permitirán mejorar la sinergia entre sus estrategias de desarrollo con las de México, señaló Yang Zhimin, director ejecutivo del Centro de Estudios de México del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China.
SINERGIA DE ESTRATEGIAS
Según el XIII Plan Quinquenal chino, el país asiático impulsará las reformas estructurales poniendo de relieve el consumo interno como motor principal del crecimiento económico.
Alrededor de la misma fecha el año pasado, el presidente chino, Xi Jinping, ya previó en la conferencia anual del Foro Boao para Asia que las importaciones de China superarán los 10 billones de dólares estadounidenses en los próximos cinco años.
«México podrá aprovechar dicho aumento para incrementar sus exportaciones acorde con la demanda del mercado chino», afirmó el investigador en entrevista exclusiva con Xinhua, teniendo en cuenta que este siempre ha sido el deseo del país latinoamericano.
Tanto China como México se encuentra ahora en un periodo de reestructuración económica, y «ambos deben aprovechar bien sus ventajas complementarias para lograr la sinergia de sus estrategias y conseguir beneficios mutuos», subrayó.
En cuanto a las reformas económicas hacia el exterior, China considera como unos de sus trabajos prioritarios la promoción de la cooperación internacional en materia de capacidad productiva.
Esta propuesta china «se ajusta a las demandas generadas por las reformas que aplica México», indicó Yang.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, fomenta en su Plan Nacional de Desarrollo una serie de reformas que abarca, entre otras, las reformas en los sectores energético y de las telecomunicaciones iniciadas en 2013 destinadas a romper el monopolio existente, y el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018.
En noviembre de 2014, durante la visita del presidente mexicano a China, ambas partes crearon un nuevo modelo de cooperación denominada «uno-dos-tres», con el propósito de fortalecer la cooperación financiera como motor, estimular el comercio y la inversión como líneas principales y promover la cooperación en infraestructura, energía y alta tecnología como puntos clave.
«China cuenta con abundantes equipos pesados, capital y tecnologías que México necesita para impulsar sus reformas, aspecto que facilitaría la conexión de las estrategias de desarrollo de ambos países», opinó el experto.
SOLIDOS FUNDAMENTOS
A finales de enero pasado, el primer cargamento de frambuesas cultivadas en México llegó al Aeropuerto Internacional de Shanghai, China.
Según la autoridad mexicana, este cargamento de 180 cajas de frambuesas abrió una nueva logística de transporte, al trasladarse vía terrestre desde San Quintín, Baja California, hacia Los Angeles, Estados Unidos, para posteriormente ser enviado vía aérea al país asiático.
La frambuesa no es la única fruta que recibe buena acogida en China. En 2014, las importaciones chinas de aguacate facturaron 11.9 millones de dólares, frente a los menos de 10 mil dólares registrados en 2005.
Estos alimentos que atraviesan el océano Pacífico para ser comercializados en China son un reflejo de los crecientes flujos comerciales entre China y México.
Según datos publicados por el Ministerio de Comercio de China, en 2015, el volumen comercial chino-latinoamericano disminuyó un 10.28 por ciento internaual hasta los 236 mil 545 millones de dólares, mientras que el comercio bilateral chino-mexicano mantuvo una tendencia creciente.
«China y México desarrollan su sinergia de estrategias sobre la base de los sólidos fundamentos que van estableciendo», indicó Yang.
Durante la primera visita de Estado de Xi a México como presidente, realizada en 2013, ambos países lograron elevar la relación bilateral hasta el nivel de asociación estratégica integral.
Un año más tarde, se iniciaron un fondo binacional de 2 mil 400 millones de dólares para apoyar las exportaciones agrícolas de México a China y las inversiones recíprocas, y el Fondo de Energía Sino-Mex, concentrado en la cooperación energética.
Estos fondos, junto con otros mecanismos bilaterales y multilaterales, «suponen un extenso escenario que asegura la cooperación mutua», destacó.
DESAFIOS PENDIENTES
La Cámara de Diputados de México aprobó a finales del año pasado la iniciativa de crear tres Zonas Económicas Especiales (ZEE) en el sur del país.
La iniciativa, planteada por el presidente Peña Nieto en septiembre de 2015, tiene como objetivo impulsar el desarrollo de la región mediante la atracción de inversiones en sectores altamente productivos y generadores de empleo.
En este sentido, China podría jugar un papel importante pues fue de los primeros países del mundo en desarrollar las ZEE, en los años 80, y ha disfrutado de reconocidos éxitos durante estas décadas.
Pese a que la iniciativa mexicana promueve un marco regulatorio que agiliza la entrada de las empresas extranjeras, muchas compañías chinas prefieren ahora «esperar a ver si el mercado mexicano es capaz de ofrecer garantías suficientes antes de hacer negocios en ese país», apuntó Yang.
Las declaraciones del investigador están relacionadas con varios casos en que se han visto involucradas empresas chinas, lo que justifica la cautela mostrada ahora sobre las inversiones en México.
Entre dichos casos destacan la licitación del tren de alta velocidad México-Querétaro, que el gobierno mexicano anunció a principios de noviembre de 2014 había obtenido un consorcio liderado por China Railway Construction Corporation, pero cuyo fallo fue revocado apenas tres días después, y el proyecto «Dragon Mart Cancún», que experimentó altibajos durante unos dos años y fue suspendido en enero de 2015.
Yang advirtió que México «debe garantizar los proyectos en curso para recuperar la confianza entre los inversores chinos».
En busca de una mejor cooperación, el experto chino aconsejó a ambas partes «promover el conocimiento mutuo mediante el establecimiento de más plataformas, tales como las asociaciones empresariales, para lograr la simetría informativa entre las empresas chinas y mexicanas».