El sector trabajador de Colombia ha cuestionado las recientes medidas oficiales como el aumento del salario mínimo, que los sindicalistas han considerado insuficiente, los incumplimientos a gremios de campesinos, taxistas, camioneros y pensionados y la venta de la empresa energética Isagen a un fondo de inversión canadiense.
BOGOTA, Colombia, 17 de marzo (AP) — Miles de trabajadores tienen previsto el jueves participar del paro nacional convocado por las centrales obreras del país en demanda de mejores salarios y servicios de salud, entre otros reclamos.
Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores, ha dicho que el paro es «un llamado de atención al Gobierno del Presidente [Juan Manuel] Santos para que no continúe siendo una luz afuera y una sombra adentro».
El jefe sindical ha estimado que unos 2.5 millones de trabajadores participarán de la protesta.
En Bogotá se prevé una gran concentración por la mañana que arrancará en el Parque Nacional y hacía el mediodía llegará a la Plaza de Bolívar en el centro de la ciudad. Unos 3 mil 500 efectivos de la Policía Nacional se encargarán de controlar el orden público en la capital colombiana.
Luis Alberto Grubert, presidente de la Federación Colombiana de Educadores, dijo a la AP que esa agremiación apoyará el paro porque «el gobierno nos ha incumplido, sobre todo en los temas de salud y de salarios».
En tanto, el Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, indicó que su despacho ya recibió el pliego de peticiones por parte de los líderes manifestantes y que a muchas de las exigencias ya se les dio traslado a otros ministerios para «acelerar la toma de decisiones que permitan soluciones».
El Ministro político agradeció a los organizadores de la huelga el apoyo que han expresado al proceso de paz que desde fines de 2012 adelantan en La Habana el gobierno de Santos y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para tratar de poner fin a más de 50 años de confrontaciones entre las partes.
El sector trabajador, al decir de Julio Roberto Gómez, ha cuestionado recientes medidas oficiales como el aumento del salario mínimo, que los sindicalistas han considerado insuficiente, los incumplimientos a gremios de campesinos, taxistas, camioneros y pensionados y la venta de la empresa energética Isagen a un fondo de inversión canadiense.
