Lula asumirá un Ministerio desde el que se controlan todos los resortes del poder, lo cual le permitirá influir en cada una de las decisiones de su sucesora y también en las de su base parlamentaria, a la que intentará unir de cara al eventual proceso que pudiera desalojar a Rousseff del poder.
Brasilia, 16 mar (dpa) – La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció hoy su decisión de poner a su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva al frente del Gabinete Civil de la Presidencia, la cartera más importante del Gobierno.
La investidura de Ministro de Estado le dará al ex mandatario el privilegio de los fueros, con lo cual, los procesos que enfrenta por su presunta participación en la red de corrupción que operó en Petrobras, así como la petición de prisión preventiva que pende sobre él, podrán ser juzgados únicamente por el Supremo Tribunal Federal, la más alta corte del país.
«Asumirá el cargo de Ministro de Estado jefe del Gabinete Civil el ex Presidente de la República Luiz Inacio Lula da Silva», informó la Presidencia a través de un comunicado.
Añade que el hasta ahora «Primer Ministro» de Rousseff, Jaques Wagner, asumirá la secretaría del Despacho Personal de la mandataria.
La designación de Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, había sido adelantada hoy por integrantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Según el oficialismo, la incorporación del influyente político de izquierda tiene como objetivo ayudar al Gobierno a salir de la profunda crisis política que mantiene en jaque la permanencia de la mandataria en el poder.
Para ello, Lula tendrá entre sus principales tareas la de restablecer el apoyo de la coalición ofiacista, cuyo principal socio, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), amenazó con abandonar al Gobierno.
También se prevé que el ex mandatario promueva un cambio en la política ecómica del Gobierno que permita al país salir de la profunda recesión en la que está inmerso.
No obstante, la oposición, analistas e incluso algunos integrantes del PMDB, insisten en que la investidura como Ministro es una maniobra para blindarlo del juez federal Sérgio Moro, quien encabeza los procesos relativos a la operación Lava Jato de la Policía Federal, que investiga los fraudes en la petrolera estatal.
Moro, quien hasta el momento ha sido implacable en lo que refiere a condenas de implicados en el caso Petrobras, es quien tenía hasta este momento en sus manos el análisis de la denuncia penal que pesa sobre Lula, por los delitos de falsedad ideológica y lavado de dinero, y el pedido de arresto preventivo.
El magistrado fue además quien autorizó, el pasado 4 de marzo, que Lula fuese llevado a declarar ante la Policía Federal por sospechas de haberse beneficiado con los fraudes en Petrobras.