Tokio, 14 mar (EFE).- El Gobierno japonés ha decidido impedir viajar a Corea del Norte a 22 individuos como parte de sus sanciones unilaterales impuestas al régimen de Pyongyang a raíz de sus recientes pruebas armamentísticas.

Todos los afectados por la medida son miembros de la Asociación de Residentes Coreanos en Japón (conocida como Chongryon), según informaron hoy a la agencia Kyodo fuentes cercanas al asunto.

Concretamente, el Gobierno nipón impediría su vuelta a Japón si viajaran a Corea del Norte, una medida que Tokio puede adoptar sin limitación legal ya que los integrantes de Chongryon carecen de la nacionalidad japonesa (tienen estatus de «residentes especiales» en Japón).

Entre los afectados se cuentan el presidente de Chongryong, Ho Jong-man, y también cinco miembros del grupo que a su vez son ingenieros miembros de la llamada Asociación Coreana de Ciencia y Tecnología de Japón (Kwahyop), que se cree que ha colaborado en los programas norcoreanos de desarrollo de misiles y armas nucleares.

La medida responde a las sanciones aprobadas el pasado 19 de febrero por Japón en respuesta a la prueba nuclear subterránea llevada a cabo el 6 de enero por Corea del Norte y a su lanzamiento, un mes después, de un satélite a bordo de un cohete, algo que la comunidad internacional considera una prueba encubierta de misiles.

Además de la limitación de los viajes a miembros de Chongryon, se incluyen disposiciones como bloqueos a las remesas de dinero a Corea del Norte o la prohibición de que barcos norcoreanos puedan amarrar en puertos nipones.

Tokio ya aplicó entre 2006 y 2014 sanciones similares a Pyongyang a raíz de sus pruebas armamentísticas, y por ese entonces limitó los viajes de ocho miembros de Chongryon.

Japón levantó esas sanciones en julio de 2014 después de que se produjera un acercamiento con Corea del Norte en lo relativo al secuestro de ciudadanos nipones por parte del régimen de los Kim en los setenta y ochenta dentro de un programa pensado para que instruyeran a espías norcoreanos o para sustraer sus identidades.

De hecho, cuando Tokio anunció en febrero que volvía a activar sanciones, Pyongyang respondió desmantelando un comité para investigar el paradero de varios estos ciudadanos japoneses secuestrados cuya situación se desconoce desde hace años.