El dolor en esta parte del cuerpo puede, en ocasiones, significar algo grave que requiera atención, no obstante, en otras podrías desgastarte física y económicamente con tratamientos innecesarios. A continuación, algunas razones, soluciones y consejos para librar esta molestia.
Por Consumers Report
Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo/LaOpinión).- ¿Alguna vez te has despertado con un espasmo muscular tan intenso que apenas puedes girar la cabeza? El dolor de cuello, que afecta a hasta la mitad de los adultos cada año, es una de las razones más comunes para visitar al médico. Sin embargo, este dolor a menudo recibe más tratamientos de los necesarios con estudios de imagenología, medicamentos, inyecciones y cirugías que no ayudan casi nada a la larga. Esto es lo que necesitas saber.
¿POR QUÉ DUELE?
El esfuerzo de sostener la cabeza, que pesa de 4 a 5 y medio kilos, año tras año hace que tu cuello sea vulnerable a las lesiones. El dolor se puede presentar luego de dormir en mala posición, sostener un teléfono contra tu hombro por mucho tiempo, pasar horas encorvado frente a una computadora o simplemente por cargar una maleta pesada.
Otras causas comunes son la artritis, el cáncer y los choques automovilísticos por detrás que provocan una lesión por latigazo cervical.
NO TE PRECIPITES
Cuando el dolor de cuello ataca, la primera reacción puede ser pedirle al médico una radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética. Pero en la mayoría de los casos, el dolor de cuello leve se alivia en 2 o 3 semanas con o sin estudios de imagenología, según comenta el doctor Zacharia Isaac, MD., jefe de división de cuidado de la columna vertebral y manejo del dolor en el Spaulding Rehabilitation Hospital en Boston.
Por lo tanto, estos estudios generalmente no son necesarios, de acuerdo con Isaac, además de que “aumentan los costos de atención médica enormemente”.
No solo eso; las radiografías y las tomografías computarizadas te exponen a radiación que potencialmente podría causar cáncer. El riesgo es pequeño, pero es preferible evitar la radiación de ser posible. Si bien los MRI o resonancias magnéticas no representan un riesgo, estos estudios detectan anomalías en los discos en más de 80 por ciento de las personas mayores de 60 años, aunque estas anomalías normalmente no están relacionadas con el dolor. Pero este hallazgo a menudo lleva a pruebas de seguimiento y a algún tratamiento.
Te deberían realizar un estudio de imagenología si tienes dolor moderado que dura más de 6 semanas o si tienes alguno de los siguientes síntomas: antecedentes de cáncer; fiebre, escalofríos o una pérdida de peso inexplicable; adormecimiento o pérdida de la fuerza en los brazos o las manos o una infección reciente. Acude a una sala de emergencias si tu dolor proviene de una caída o un accidente automovilístico reciente.
TRATAMIENTOS A CONSIDERAR
Los ejercicios, incluyendo los dos que se muestran a continuación, pueden ser aún más eficaces que los medicamentos con receta, según muestran estudios. También puedes considerar:
Medicinas de venta libre: El acetaminofeno (Tylenol y genérico), el ibuprofeno (Advil y genérico) y el naproxeno (Aleve y genérico) funcionan mejor que los relajantes musculares que requieren receta médica, según sugieren las investigaciones.
Calor: Aplícalo por 10 a 15 minutos periódicamente durante el primer día más o menos, utilizando una almohadilla térmica, una toalla caliente o una cobija eléctrica, o tomando un baño o una ducha caliente.
Dormir correctamente: Acuéstate de espaldas con una o más almohadas bajo las rodillas y otra almohada pequeña bajo el cuello. Si el dolor de cuello no te deja dormir, un collarín cervical puede ayudar a mantener tu cuello alineado. Pero utilizarlo durante el día puede debilitar los músculos de tu cuello.
Fisioterapia: Puede ayudar cuando el dolor es persistente. Llevar a cabo de 1 a 3 sesiones puede ser igual de efectivo que llevar a cabo 5, según estudios realizados. Si lo intentas, habla con tu terapeuta sobre cómo mejorar tu postura al hablar por teléfono o cuando utilizas una computadora.
Terapia “conversacional”.: Un terapeuta cognitivo-conductual puede enseñarte algunas de las técnicas de relajación y reducción del estrés que han mostrado ofrecer alivio a corto plazo para el dolor de cuello.
Acupuntura: Un estudio realizado en noviembre de 2015 que se publicó en la revista científica Annals of Internal Medicine encontró que la acupuntura alivió considerablemente el dolor de cuello en personas con síntomas crónicos.
Además, Consumer Report recomienda realizar los siguientes ejercicios de 10 a 15 veces, una vez por la mañana y de nuevo antes de dormir.
1. Inclinación de cuello. Inclina la cabeza a la derecha, intentando tocar el hombro con tu oreja. Sostén tu cabeza suavemente con las puntas de los dedos por algunos segundos. Repite hacia la izquierda.
2. Doblado de cuello. Intenta bajar tu barbilla hacia tu pecho, relajando el cuello y los músculos de la espalda cada vez que doblas el cuello. Permanece en esa posición por algunos segundos.
EVITA ESTOS TRATAMIENTOS
La manipulación de la columna vertebral, o atención quiropráctica, ayuda a aliviar el dolor de la espalda baja pero no es un remedio comprobado para el dolor de cuello. Y en casos raros, puede llegar a desencadenar ataques cerebrales potencialmente mortales.
La tracción cervical (cuando un fisioterapeuta jala tu cuello) no ayuda a reducir las molestias, según han mostrado estudios.
Inyecciones. Las inyecciones repetidas de corticosteroides pueden debilitar los músculos de tu cuello. Y las inyecciones de Botox no son más efectivas que las inyecciones de un placebo.
Cirugía. No ayudará si el dolor se presenta únicamente en el cuello o si es causado por la artritis. Si el dolor se irradia hacia los brazos, la cirugía puede ofrecer un poco de alivio, si bien la terapia física parece ser igual de efectiva luego de dos años.
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