El vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí dijo que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) es “testigo” de la cooperación de la Arquidiócesis potosina, encabezada por Jesús Carlos Cabrero Romero, porque, aseguró, han brindado las informaciones pertinentes.
Por Ruben Pacheco
Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo/Pulso).– Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, dijo que esa institución no es culpable de que curas acusados de abusar de menores sean prófugos de la justicia potosina, como es el caso de Eduardo Córdova Bautista y Noé Trujillo.
“Nosotros sentimos una cierta presión porque nosotros hemos hecho lo que se tiene hacer. No somos culpables de que tal o cual persona se encuentre en libertad, puesto que estará viviendo un proceso de ley. Entonces la Ley tiene recursos que prevé para la procuración de justicia”, comentó al diario Pulso.
Al ser cuestionado sobre si la Iglesia tiene responsabilidad de que no se hayan encontrado a los curas acusados de ilícitos, el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí dijo que el Arzobispado ha promovido las demandas donde se hace referencia a delitos presuntamente cometidos por sacerdotes.
Priego Rivera dijo que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) es “testigo” de la cooperación de la Arquidiócesis potosina, encabezada por Jesús Carlos Cabrero Romero, porque, aseguró, han brindado las informaciones pertinentes.
Sobre si la Iglesia de San Luis Potosí entregó información de las ubicaciones y domicilios de los imputados, el portavoz católico aseveró que entregaron “todo” a la PGJE, según lo estipulado en la Ley, que establece que el clero deberá denunciar cualquier presunto delito de sus ministros religiosos.
Como lo ha expuesto en otras ocasiones, Priego Rivera reiteró que la diócesis de San Luis Potosí “no tolera ni va a tolerar” ningún caso de abuso sexual de presbíteros contra menores de edad.
Hasta el momento suman siete las averiguaciones previas en San Luis Potosí contra sacerdotes católicos presuntamente por cometer abusos sexuales, de acuerdo con la Procuraduría. En dos casos los implicados fueron detenidos y luego liberados sin sentencia condenatoria, en uno se negó la orden de aprehensión y dos más se encuentran en calidad de prófugos, pero con órdenes de captura, es el caso de Noé Trujillo y Eduardo Córdova Bautista.
En días pasados la Procuraduría de San Luis Potosí integró dos nuevas averiguaciones previas por casos de abusos sexuales cometidos presuntamente por sacerdotes. Así lo reveló el Procurador estatal, Federico Garza Herrera, quien precisó que los hechos habrían ocurrido en los municipios de San Ciro de Acosta y Rioverde.
Las denuncias se presentaron durante 2015 por la Arquidiócesis de San Luis Potosí y están en proceso de integración, recabando declaraciones de víctimas y otros testimonios, así como pruebas periciales, con miras a consignar el caso a un juez penal y solicitar las respectivas órdenes de aprehensión.
En entrevista con Pulso, el titular de la PGJE declinó en días pasados profundizar en la información, sin embargo, dio a conocer que uno de los implicados se identifica como Noé Francisco, quien incluso fue suspendido de manera precautoria por la Arquidiócesis.
De lo relacionado al sacerdote de San Ciro de Acosta, no se proporcionó tampoco la fecha en que se inició el expediente, sólo se informó que fue durante el año pasado y que al igual que en otros ya conocidos, la víctima fue un menor de edad.
Ambos casos se investigan a través de la Fiscalía de Delitos de Alto Impacto de la PGJE, según indicó Federico Garza Herrera.
La Procuraduría de San Luis Potosí ha dado a conocer que la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) integra una averiguación previa en contra de Eduardo Córdova, pero tampoco esa se ha consignado ante un juez.
El ex sacerdote Alberto Athié Gallo denunció el caso el padre Eduardo Córdova Bautista de San Luis Potosí, implicado en al menos 100 casos de abuso sexual en esa entidad en 2014.
“Tiene 30 años con estas actividades, hay muchos papás y mamás, muy dolidos y molestos y no han visto que se haga justicia para sus hijos. Este caso se sabía en la Arquidiócesis desde hace mucho tiempo y nunca hicieron nada para entregarlo a las autoridades civiles a pesar de que hay denuncias penales detenidas en los ministerios públicos”, dijo.
El sacerdote fue removido de sus cargos por órdenes de la Santa Sede que lo investigó y determinó su culpabilidad, sin embargo siguió oficiando misas en un asilo de ancianos en total libertad, burlando a la justicia mexicana, indicó.
Después, ese año se convirtió en un prófugo de la justicia, luego de que los padres de un adolescente, acompañados por Luis Nava Calvillo, decidieron en 2014 llevar la denuncia no ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEM), cuyo titular era entonces Miguel Ángel García Covarrubias, sino ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR).
En los hechos tampoco ha habido mucha diferencia, no se tiene noticia de que la averiguación previa haya sido consignada ante un juez, además la integración del expediente se ha visto afectada en su avance por cambios de funcionarios en la PGR.
La Iglesia Católica dice no saber el paradero de Eduardo Córdova, mientras que las víctimas creen que el pederasta fue encubierto por las autoridades religiosas.
-Con información de Leonardo Vázquez, de Pulso