Una organización llamada Pensamiento Colectivo lanzó una campaña que busca concientizar a la población sobre las consecuencias de invadir la privacidad de otros y compartir videos con contenido intimo en internet.
Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).- Una organización llamada Pensamiento Colectivo lanzó una campaña que busca concientizar a la población sobre las consecuencias de invadir la privacidad de otros y compartir videos con contenido intimo en internet.
El video, que publicaron en YouTube el pasado 2 de febrero, muestra a una pareja que se encuentra en una zona poco concurrida para disfrutar más un momento a solas entre besos y caricias. Sin embargo, no están solos, alguien los espía y capta con la cámara de su teléfono móvil.
La chica que hasta hace unos segundos disfrutaba de su pareja, se levanta de la arena y narra el destino que ese video grabado tendrá:
«Son las 6 de la mañana, en 10 minutos el video va a estar circulando en todas las redes sociales. A las 9:30 Mary me va a avisar que sus amigos lo vieron y lo reenviaron a todos sus grupos de whatssap. Para medio día la mitad de mi facultad lo va a estar viendo, comentando y compartiendo; y en la tarde le va a llegar a mi hermano chico, y un par de horas después a los compañeros de futbol de papá».
Es una simulación pero podría ser real, ¿cuántos videos de ese tiempo no son compartidos a diario? la práctica de subir grabaciones que atentan contra la intimidad de las personas se ha vuelto común, y a nadie parece importarle que ello sea un tipo de acoso, ni siquiera a las televisoras.
Al respecto, la protagonista cuenta que para el tercer día de su publicación, la noticia sale en los diarios. «Lo van a comentar en la radio y en algún programa de televisión, ‘El video del verano’, dice la chica en el video.
Este es el destino de todas las grabaciones de parejas que se comparten en las redes sociales. Generalmente son historias que se comentan por meses o años sin siquiera conocer a los involucrados. Son noticias en las que dos personas son sometidas al escrutinio de la comunidad, a la opinión pública y al hostigamiento.
La forma en que se viralizan esta clase de videos es impresionante, y sólo se explica a partir de la complicidad del público. «¿Tú vas a ser parte?», pregunta la organización.
«Si te llega un video que expone la intimidad de las personas, las humilla o las vulnera, no lo compartas»; es el consejo de esta campaña, que ya circula en Facebook, Twitter y YouTube, donde lleva casi 70 mil reproducciones desde su publicación.