Las pequeñas organizaciones o grupos gremiales de ruta son apenas la punta de los tentáculos de los «pulpos» transportistas del Edomex, líderes que controlan la movilidad de la entidad y cuyo poder es tan vasto que sin su venia se pueden caer proyectos gubernamentales. Sumado a ello, las autoridades locales ya aceptaron que no los pueden controlar. Sin embargo, en las listas de concesiones sobresalen empresarios del siglo pasado y que tienen relación con partidos políticos, sindicatos e instituciones electorales.
Ciudad de México, 12 de marzo (SinEmbargo).– El taxi de Mario ha estado y está en orden, o sea regularizado, dice sin preocupación. Sin embargo, no cuenta con taxímetro, y cobra lo que a su parecer es adecuado. En el Estado de México no hay Ley o reglamento alguno que lo obliguen a usar ese medidor. ¿Por qué? Porque el gremio no lo ha permitido, responde.
Comparado con otros autos en Nezahualcóyotl, sus cristales no tienen ninguna calcomanía de afiliación sindical, partidista o de base.
–¿Todavía existen los taxis tolerados en Neza? –se le pregunta al conductor, cuya unidad es un modelo Tsuru en mal estado, al cual le pertenece un escape que “pedorrea” una nube de humo gris que se expande por la avenida Adolfo López Mateos.
–Antes les llamaban así porque el Gobierno los toleraba. Ahora son completamente piratas –explica el taxista, quien antes se dedicaba a la mensajería.
–¿Cómo es que siguen operando?
–Pues tienen convenio con el municipio, conocen a alguien o pagan para que los dejen circular.
–¿A quién pagan?
–Hay muchas organizaciones que tramitan permisos. Casi todas tienen que ver con el Municipio o compran claves con los [policías] de Tránsito del Estado de México.
–Los permisos no son legales, ¿verdad?
–No. Uno va y paga el trámite y ya no lo molestan. Cuesta como 500 pesos, dependiendo. Pero es más o menos lo que se paga.
–¿500 al mes?
–No. Por todo el permiso. Es anual. O depende de dónde vayas. Para los camiones o microbuses es más. También te dan charolas de prensa o calcomanías de derechos humanos, según para evitar el tráfico o para permiso de carga.
–¿Y sí sirven?
–No sé, pero yo creo que sí porque siguen operando.
–¿Y quién es el líder que mueve el transporte aquí en Neza?
–No sé. Pero debe ser familiar de algún político del municipio. Ahí es donde va a dar el dinero.
Mario explica que no le gusta meterse con las asociaciones porque“piden que uno apoye”, ya sea con su voto en elecciones o a tomar calles durante alguna protesta. Lo que cuenta es apenas la punta de los tentáculos de los “pulpos” que dominan el transporte público en el Edomex.
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El Estado de México cuenta con un transporte público o concesionado deficiente, inseguro y caro, lo cual provoca pérdida de tiempo y dinero a sus usuarios, según expertos en movilidad. Además, estudios retratan que las autoridades, a pesar que cuentan con los recursos humanos y financieros para solucionar parte de los problemas, no han logrado grandes avances y los pocos proyectos que se han implementado no han obtenido los resultados esperados.
Isidro Pastor Medrano, Secretario de Movilidad del Edomex, ha tenido que salir a pedir disculpas a los usuarios y ha tenido que admitir que no ha podido poner orden al transporte público en la entidad.
«No hay el control preciso sobre todos aquellos que están al frente de una unidad», ha venido diciendo Pastor Medrano desde 2015.
El Gobierno mexiquense reportó que en 2014 hubo 20 mil unidades «piratas»; no obstante, en 2015 la entonces Diputada local perredista Karen Hurtado Arana denunció que la cifra de transporte irregular se elevaba a 60 mil, lo cual representaba casi una tercera parte de los 160 mil automotores de transporte público; eso sin contar las motocicletas, coches eléctricos o bicicletas que ofrecen servicios de taxi.
En marzo de 2015, Isidro Pastor, durante una conferencia, dijo que en los municipios mexiquenses circulan 200 mil unidades (autobuses o camiones urbanos) de las que 165 mil son concesionadas, 35 mil toleradas; 350 empresas; además se supone que hay 103 mil taxis de ruleteo y 62 mil de base o ruta fija.
Los número oficiales retrataron entonces que el decálogo anunciado en 2013 por el Gobernador mexiquense Eruviel Ávila Villegas no había cumplido con las metas para tener un servicio de «transporte rápido, seguro y eficaz».
Daniel Zamudio, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor, explicó que los «pulpos» del transporte en el Estado de México tienen, además de negocios rentables, el poder para frenar acciones gubernamentales que afecten sus intereses comerciales o incluso partidistas.
«Hay complicaciones políticas con ellos. Para los proyectos debe haber negociaciones entre autoridades y transportistas, por ejemplo, hace unos años el corredor Toluca-Lerma-Zinacantepec, que iba a ser un Mexibús y que ya tenía recursos federales, se canceló porque no llegaron a ningún acuerdo. De hecho por eso en muchas entidades no se avanza en movilidad por estas negociaciones», dijo Zamudio.
El experto en movilidad aseguró que hoy los líderes transportistas tienen más poder que antes «porque las autoridades no los han frenado al no tener control de las concesiones o un monitoreo en la calidad del servicio que están ofreciendo». Por otra parte, detalló que las diferencias políticas entre los «pulpos» y nuevos gobiernos también crean conflictos que terminan en infraestructura detenida.
El doctor Bernardo Navarro Benítez, del Observatorio de Transporte y Movilidad Metropolitana y catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirmó que el control político-corporativo de los transportistas no es reciente y siempre ha estado cercano a grupos muy poderosos.
–¿Estas organizaciones son más poderosas que el Gobierno?
–No lo sé porque no lo he investigado, pero diré lo que sí he investigado: y pongo un ejemplo, que es el tren Suburbano, el cual es, después de la Línea 12, uno de los proyectos más grandes que se ha hecho en el país. Bien, este tren ha sido un mal negocio porque no ha cumplido con expectativas pensadas y esto es básicamente porque el transporte público no lo alimenta, porque los transportistas decidieron por sus intereses, y eso ha provocado que [el Suburbano] se haya chupado ya un fideicomiso bastante considerable que otorgaron el gobierno del estado y el federal. Y este dinero se gastó porque durante mucho tiempo el tren llevó menos pasajeros de lo que se esperaba. Eso ilustra un poco lo que me pregunta [sobre el poder de los transportistas].
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Los «pulpos» operan casi como una estructura empresarial. A la cabeza del organigrama –de acuerdo con organizaciones afines o contrarias–, se ubica Isidro Pastor Medrano, titular de la Secretaría de Movilidad del Estado de México; luego siguen los líderes de alianzas de transportistas, acompañados de sindicatos nacionales; luego le siguen asociaciones de todo tipo (de -supuestas defensoras- derechos humanos , del sector, campesinas, territoriales, entre otras), a la par de grupos gremiales de rutas o bases.
La Alianza de Autotransportistas Autónomos de la República Mexicana (AAA), que lidera el empresario Axel García Aguilera del grupo Izgasa, es una de los «pulpos» que dominan el norte de la entidad mexiquense.
García Aguilera controla el transporte en Cuautitlán Izcallí y municipios colindantes, como Tultitlán, Tepozotlán, Nicolás Romero, Atizapán y Tlanepantla. De acuerdo con denuncias de choferes de ruta, la AAA –o triple a– cobra por protección, compra de «derechos» –falta de documentación– y comisiones por atraso.
Movimiento Antorchista Nacional, rival de la AAA, refiere que Axel García representa al menos a 8 mil unidades de transporte público. El pago por «protección» es de 450 pesos.
En las elecciones de 2015 se difundieron en redes sociales grabaciones donde Axel García «apoyó» con golpeadores a la candidata por el Partido Acción Nacional (PAN), Karla Fiesco García, a la Presidencia municipal de Izcalli.
Sumado a ello, choferes de Izgasa han sido denunciados por tomar el control de rutas, lo cual ha provocado enfrentamientos con otros conductores. Los enfrentamientos han dejado decenas de heridos, varios detenidos y personas fallecidas por heridas de arma de fuego.
Los principales enfrentamientos son con los transportistas simpatizantes de Antorcha Campesina.
Antorcha Campesina, como también se le conoce al Movimiento Antorchista Nacional, cuyo líder es Aquiles Córdova Morán, es una máquina de extorsión ligada al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
SinEmbargo publicó en 2014 que: «Actualmente, Antorcha Campesina está en confrontación con el Gobernador Eruviel Ávila por la demanda no atenida que hace la organización social de concesiones en el transporte público. En consecuencia, en las colonias del Movimiento se observan pintas y se distribuyen panfletos contra la administración y la persona de Ávila».
«Y es que las raíces de Eruviel se hunden en los dueños históricos del transporte de la entidad. De ahí su propaganda electoral cuando se describía así mismo como hijo de un humilde transportista», agrega el reportaje.
Se sabe que Antorcha apoyó con votos a Enrique Peña Nieto en su campaña de 2012, la cual lo llevó a la Presidencia de la República, y con ello la organización obtuvo concesiones para operar el negocio de Gas Lp, combustible y de transporte.
Sus unidades operan en rutas de Zumpango, Teoloyucan, Tepotzotlán, Cuautitlán Izcalli, Nicolás Romero, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, Naucalpan, Tlalnepantla, Chalco, San Vicente Chicoloapan, Los Reyes la Paz, entre otros.
Su rompimiento con Eruvuel Ávila fue que en campaña el priísta les prometió 226 concesiones de transporte, las cuales no fueron entregadas.
“Cuando Antorcha Campesina habla de que crea fuentes de empleo, lo que hace es entregar un autobús o un microbús para su operación. Pero, al igual que con la vivienda, cobran por todo. El asunto con las gaseras y las gasolineras, que todos sabemos que son propiedad de Antorcha, es que su flota de transporte, sean las unidades a gas o gasolina, se surte única y exclusivamente en sus establecimientos”, dijo uno de los choferes de Antorcha Campesina en el reportaje publicado en 2014.
Fuentes refieren que Antorcha «protege» a choferes de unidades irregulares o a tianguistas que necesitan permisos de carga por medio de afiliaciones a organizaciones pequeñas, las cuales cobran por emitir calcomanías para no tener problemas con las autoridades.
Otro de los «pulpos» es Guadalupe Uribe Guevara, quien es la punta de lanza de la Confederación Nacional de Transportistas y fue líder de la Confederacion de Trabajadores de Mexico (CTM) en el Estado de México.
En 2012, Ruth Uirbe Soria, hija de Uribe Guevara y quien era líder transportista en Tlanepantla, fue asesinada, presuntamente por conflictos dentro de los sindicatos.
Se sabe que choferes de estas tres organizaciones han bloqueado vías principales, han realizado paro de labores, trifulcas, y con ello han logrado apoderarse de rutas, aumentos a las tarifas y que sus unidades no hayan sido regularizadas de todo.
En el Estado de México, existen al menos 76 pequeñas asociaciones de transportistas registradas. Respecto a empresas, existen cientos, cuyas concesiones datan del siglo pasado. Incluso están registradas por los mismos empresarios.
SinEmbargo realizó una búsqueda de al menos 300 empresas. Todas ellas con denuncias por tarifas altas, asaltos constantes, malos tratos o inclusive malas condiciones de las unidades.
La constante en los empresarios es que mantienen una relación directa con gobiernos municipales, ya sea por hermanos o familiares cercanos; además de ser líderes de organizaciones o beneficiarios de programas gubernamentales o inclusive hubo un caso de un Consejero Electoral del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).
Por ejemplo: Sergio Florín Guzmán de Ruta Sur Chalco Cuijino, Ruta 75, es cercano al PRI en el municipio por su tío, Miguel Florin Gonzalez, quien es el Presidente Municipal; o Fernando Coronel Lugo, con varias empresa en Naucalpan, padre del líder priísta Fernando Coronel Arana; Edmundo Castillo Torales de Servicios Unidos Urbanos y Suburbanos de Jilotepec es Consejero Electoral municipal; entre otros.
Pero los «pulpos» no solamente existen en el transporte urbano, sino además en el interestatal o de turismo. En este sector sólo figura un nombre, de acuerdo con el escritor y periodista Francisco Cruz Jiménez, y es el empresario Roberto Alcántara Rojas, de Inversionistas En Autotransportes Mexicanos, S.A. De C.V. (IAMSA), el cual opera Flecha Roja, Caminante, ETN y la aerolínea de bajo costo Vivaerobús, por mencionar algunos de sus negocios.
«Este hombre es dueño de todo el transporte interestatal. En 2012 todos sus autobuses tenían propaganda de Peña Nieto», comentó el periodista.
Francisco Cruz agregó que muchos de los autobuses que usan para los «acarreados» a eventos oficiales son de Roberto Alcántara, quien tiene casi todas las concesiones de la Terminal Central de Autobuses del Poniente del Distrito Federal.