Con más errores que aciertos en la mayor parte del partido, Broncos logró imponerse de todas maneras a los Steelers 16-23. Con este resultado los Denver pasaron a finales de Conferencia, recibiendo a los Patriots el próximo domingo.
Ciudad de México, 17 de enero (SinEmbargo).- El partido con más pronósticos reservados de la ronda de playoffs divisionales era el de Steelers y Broncos. Las expectativas eran altas y así lo entendieron ambas franquicias, aunque la mayor parte del partido anduvieron con pies de plomo.
Por un lado, los locales contaban con un recién recuperado Peyton Manning del que se ha especulado mucho sobre su futuro en la Liga en las últimas semanas. Del otro lado, los de Pittsburgh presentaban a un Ben Roethlisberger que en los últimos días había estado en dudas debido a un esguince de articulación y daño en ligamento de su hombro derecho en el juego de hace una semana contra Cincinnati.
En el primer cuarto Pittsburgh hizo 133 yardas totales que le valieron a los de la «Ciudad del acero» darle la vuelta al marcador luego de que los Broncos se fueran al frente con dos goles de campo de 28 y 41 yardas respectivamente.
Fitzgerald Toussaint tuvo dos acarreos en red zone que le dieron la ventaja a los visitantes y luego un gol de campo de 43 yardas acertado por Chris Boswell colocó el marcador 10-6.
Para el segundo cuarto las defensivas cerraron filas y no dejaron que los ataques rivales siguieran sumando. Escapadas largas de los corredores de Denver se vieron frustradas con balones sueltos, mientras que la presión defensiva de los Broncos hacía que Roethlisberger fuera capturado o, en el mejor de los casos, ahogara sus intentos ofensivos.
A los locales no les alcanzó más que para un gol de campo en los segundos finales. De nuevo Brandon McManus movía el marcador a favor de los suyos y ponía a los Broncos a un punto de los visitantes antes del medio tiempo.
Sin embargo, para el tercer cuarto la situación no varió mucho. Boswell y McManus concretaban lo que sus ofensivas no podían por la vía terrestre o por pase. Sin embargo, el 13-12 del marcador seguía siendo una señal de la tensión que se vivía sobre el campo del Sports Authority Field. No se trataba de un partido cualquiera que pudiera desperdiciarse con arriesgues innecesarios.
Errores inconcebibles en profesionales frustraban los intentos de ambas escuadras hasta que tras un fumable de Toussaint, la ofensiva comandada por Manning se enfocó en conseguir yardas, principalmente por medio de carreras de Ronnie Hillman, para que al final C. J. Anderson se colara a las diagonales.
Tras una conversión de dos puntos cortesía de Demaryius Thomas, los Broncos se pusieron 13-20 para retomar la ventaja después de casi cuatro cuartos, restando tres minutos para el final del encuentro.
Roethlisberger tuvo en sus manos la última ofensiva del partido. Sin embargo, la presión de Denver lo obligó a jugársela en cuarta oportunidad con cinco yardas por avanzar. La jugada no fue lo esperado y “Big Ben” fue capturado, dejándo el balón para los locales a 31 yardas de la zona de anotación.
Manning y su ofensiva sólo tuvieron que dejar que el tiempo se consumiera. No obstante, la oportunidad de ampliar la ventaja también estaba puesta. Así lo hicieron. McManus metió su quinto gol de campo de la noche y movió el marcador 13-23, con menos de un minuto por jugarse, obligando a que Pittsburgh se lanzara a buscar un milagro que no llegó.
La ofensiva se acercó lo suficiente para que Boswell metiera su tercer gol de campo, ahora de 47 yardas, pero el intento de despeje corto no fue lo que la visita esperaba, dejando el partido en manos de unos Broncos que el próximo domingo recibirán a los Patriots en el que desde ahora apunta para ser el duelo más esperado de las finales de Conferencia.