En la víspera de la ceremonia de traspaso de poder no se sabe cuál será su gabinete ni cómo piensa hacerle frente a los grandes desafíos que tiene por delante. Además, Morales sufrió un fuerte revés político cuando unos fiscales pidieron que se le quitase la inmunidad a un legislador y asesor aliado, acusado de violaciones a los derechos humanos durante la sangrienta guerra civil.
GUATEMALA (AP) —El triunfo de Morales parecía representar el inicio de una nueva era tras décadas marcadas por la inestabilidad política, la pobreza, la corrupción y la violencia.
En la víspera de la ceremonia de traspaso de poder no se sabe cuál será su gabinete ni cómo piensa hacerle frente a los grandes desafíos que tiene por delante. Además, Morales sufrió un fuerte revés político cuando unos fiscales pidieron que se le quitase la inmunidad a un legislador y asesor aliado, acusado de violaciones a los derechos humanos durante la sangrienta guerra civil.
«Es un presidente que llega sin partido, sin cuadros y con un aparato estatal realmente en ruinas financiera e institucionalmente», dijo Edgar Gutiérrez, coordinador del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad Estatal de San Carlos de Guatemala.
Morales ganó la presidencia el 25 de octubre pasado de 2015, luego de que enormes movilizaciones contra la corrupción derribaran al gobierno y desde entonces no se le ha visto mucho, con excepción de una gira por los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana y una visita a organizaciones de inmigrantes guatemaltecos en Estados Unidos.
El presidente electo no cumplió una promesa de cubrir varios ministerios clave para diciembre, incluidos los de educación, economía, salud, defensa y del interior. Mientras no se sepa quiénes son los elegidos, persistirá la sospecha de que Morales puede acudir a la vieja clase política.
El vocero del presidente electo Heinz Heimann dijo, vía mensaje de texto a The Associated Press, que el equipo de gobierno de Morales «estará a la altura de las expectativas y las necesidades» de Guatemala.
«Instamos al pueblo guatemalteco, a los diferentes sectores, a que se integren al desarrollo nacional desde los diferentes áreas de acción, en lo público y en lo privado», expresó.
Pero no anticipó programas ni dio nombres de los nuevos ministros.
«No hay suspicacia en nuestro actuar, el gobierno se reserva el derecho de dar información de manera pertinente para mantener informada a la población», se limitó a decir.
La juramentación de Morales es seguida de cerca desde Washington y contará con la presencia del Vicepresidente estadounidense Joe Biden, lo que tiene un significado especial: será la primera vez en 30 años de gobiernos civiles y democráticos que Estados Unidos envía un representante de ese nivel a un cambio de mando. Quienes quieren reformas profundas se muestran impacientes y convocaron para el sábado a una manifestación para recordarle al nuevo presidente que debe cumplir su promesa de campaña «Ni corrupto ni ladrón».