El Obispo de Cuernavaca dijo que la situación que se vive en el estado “es ya del conocimiento del Papa Francisco”. Explicó que él mismo se lo informó en la visita Ad limina de mayo de 2014, a través de un informe detallado en el que le planteó los problemas con el realismo y crueldad con que se viven.
Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).– Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca, capital de Morelos, dijo que la muerte de la Alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo, es una muestra de lo que se vive en algunos territorios de la diócesis a su cargo, en donde los miembros del crimen organizado operan sin que la autoridad haya podido hacer algo.
“Los habitantes de estas regiones están hartos de los asesinatos, de los secuestros y de que cada dos o tres meses estos delincuentes, liderados por Santiago Mazari, alias ‘El Carrete’, pasen a cobrar una cuota por lo que ellos llaman derecho de uso de piso”, denunció el prelado mexicano.
Castro Castro dijo en entrevista para el diario Desde la fe, el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, que muchas de las víctimas de esta violencia han ido a verlo para «compartir el terror que viven», motivo por el cual se han interpuesto las denuncias correspondientes, tanto a nivel estatal como federal, con información importante para la captura de criminales.
«Se ha identificado plenamente a los delincuentes que dominan esta zona. La policía sabe que ‘El Carrete’ es un tipo muy escurridizo, quien se mueve entre el Estado de México, Guerrero y Morelos. Lo extraño es que cuando se interponen las denuncias se hace también el señalamiento de los lugares en los que se le está viendo, en los que gente común y corriente lo ubica, sin que esto sirva para su detención”.
El Obispo explicó que tanto los “Guerreros Unidos” como los “Rojos”, grupo liderado por «El Carrete y uno de los dos grupos criminales con mayor presencia en la región, cuentan con mucho poder y gente a su servicio. Dijo que en zonas como Cuautla y Lagunas de Zempoala estas organizaciones ya están teniendo una importante presencia.
“En estas demarcaciones difícilmente hay alguien que se atreva a pasar, apenas empieza a oscurecer. En Lagunas de Zempoala, por ejemplo, le robaron el automóvil a mi antecesor, como lo han hecho con muchas otras personas; detienen los autos, atemorizan a los tripulantes y los golpean. Hace unas semanas hicieron lo mismo con una familia, papá, mamá e hijo; en este caso, además de golpearlos, violaron a la señora, lo cual es algo repugnante, que simple y sencillamente no se puede aceptar».
Castro Castro informó que la situación que se vive en el estado es ya del conocimiento del Papa Francisco, pues explicó que él mismo se lo informó en la visita Ad limina de mayo de 2014, a través de un informe detallado en el que le planteó los problemas con el realismo y crueldad con que se viven.
Sobre el asesinato de Gisela Campo dijo que ya platicó con la madre de Gisela, doña Juanita Ocampo, quien se desempeña como catequista. «Le dije que la muerte de su hija tendrá que traer algo bueno, que al menos ya ha sacudido muchas conciencias, y le pedí que siguiera adelante con su fe, dando testimonio de esa entereza que ha tenido hasta ahora”.
Castro Castro dijo a Desde la fe que no teme por su vida ya que consideró que se debe decir la verdad, «siempre y sin temor, porque Dios es nuestro protector, él es quien nos acompaña, de manera que no podemos quedarnos callados ante esta situación de alarma que se vive en la región”.
“No podemos permanecer indiferentes ante estos actos de barbarie; la indiferencia es uno de los graves obstáculos para encontrar la paz. Para muchos de nosotros no existe el problema mientras no nos toque ser víctimas, sin tomar en cuenta que le toca al hermano, al vecino, a tanta gente. Muchas veces hemos sido insensibles ante situaciones de horror que se viven en el país, y más aún con las que se viven más allá de nuestras fronteras», dijo el Obispo de la capital morelense.