Recibir el Año Nuevo en Sinaloa se ha convertido para algunas familias en una tragedia debido a los disparos de armas de fuego al aire que se ha vuelto casi una costumbre para algunos en esa entidad.
Por Belizario Reyes y César López
Ciudad de México, 31 de diciembre (SinEmbargo/Noroeste).- Para algunas personas celebrar el Año Nuevo en Sinaloa disparando armas de fuego al aire ha sido una costumbre que se ha heredado por generaciones, pero para otras, es una tragedia que les marca de por vida.
Niños, niñas, mujeres, jóvenes y adultos mayores han sido víctimas de esta insana costumbre.
El dolor de las familias ha quedado plasmado en las crónicas periodísticas que dan cuenta de esos hechos de alto impacto, ante una autoridad que se queda “amarrada de manos” y sólo registra en estadísticas estos lamentables hechos.
¿A quién culpar por una bala perdida que hiere o mata a alguna persona en esta celebración?
Hasta el momento en la entidad no se ha presentado ante la justicia a persona alguna por provocar lesiones o la muerte por bala perdida.
Sin embargo, las autoridades han implementado campañas de difusión encaminadas a evitar esta práctica.
El Secretario de Seguridad Pública Municipal de Mazatlán, Juan Antonio Murillo Rojo, manifestó la importancia de que la ciudadanía participe en los protocolos de seguridad; parte de ellos es evitar realizar disparos al aire.
“Se exhorta a la ciudadanía a no efectuar disparos de arma de fuego, porque es un riesgo de que pueda suceder alguna desgracia”, dijo el jefe policiaco.
El coordinador municipal de Protección Civil, Óscar Roberto Osuna Tirado, también exhortó a la población a que no realice disparos de armas de fuego al aire.
“Es una práctica que se quiere erradicar, de alguna manera las policías Municipal, Ministerial y Estatal, así como el Ejército y Marina estarán atentos a todos los reportes que se generen por hacer disparos para que acudan inmediatamente”, dijo Osuna Tirado.
EL FUEGO DE METAL
Un disparo realizado por un rifle de alto poder, como AK-47, AR-14, M-4, G-3, G-36, Galil, puede alcanzar una distancia de hasta mil 500 metros y al bajar cae con mayor fuerza.
En el periodo de 2010-2015 se han registrado en Sinaloa al menos 3 víctimas mortales a causa de una bala pérdida. Además de 45 lesionados. De enero de 2010 a diciembre de 2014, se contabilizaron unas 2 mil 856 llamados anónimas por disparos de armas de fuego. En 2015 se han registrado 277 denuncias por disparos.