No siempre más es mejor, ni más dinero significa mejores relaciones en pareja. Diversos estudios han investigado el complejo mundo del sexo, ¿cuáles son sus hallazgos?
Por Anna Almendrala
Ciudad de México, 28 de diciembre (SinEmbargo/HuffingtonPost).- Hay una cosa con la que todos estamos de acuerdo: una relación sentimental feliz también debe que tener sexo, pero los estudios que han investigado este tema no han dejado claro qué cantidad es mejor. ¿El sexo tiene un efecto ilimitado en la felicidad? Es decir, ¿cuanto más sexo, más felicidad? ¿O existe un límite después del cual el estrés por conseguir llegar a una cifra concreta inhibe cualquier tipo de felicidad que proporciona el sexo?
Los partidarios de seguir una serie de desafíos sexuales diarios —y, a decir verdad, hay bastantes desafíos en los que las dos partes se comprometen a un revolcón diario durante un periodo de tiempo— afirman que el sexo a diario puede realimentar el deseo y conseguir un matrimonio feliz.
Puede que esta estrategia le haya funcionado a alguien (probablemente a quienes han escrito libros sobre este tema), pero los últimos estudios sugieren que la felicidad que proporciona el sexo está limitada. Según los resultados de un estudio reciente publicado en Social Psychological and Personality Science, una vez que se empieza a practicar sexo una vez a la semana, la felicidad personal y de pareja se estabiliza.
Amy Muise, autora principal del estudio e investigadora sexual de la Universidad de Toronto Mississauga (Canadá), recuerda a las parejas que no tienen que sentir presión por conseguir «un número concreto» de actos sexuales.
«Por lo general, es importante conservar algún tipo de relación sexual con tu pareja, pero también es importante ser consciente de las expectativas realistas de la vida sexual de cada uno, ya que muchas parejas están ocupadas con el trabajo u otras responsabilidades», informó Muise a la edición estadounidense del Huffington Post.
«Según los resultados de nuestro estudio, practicar sexo regularmente proporciona felicidad, pero no es necesario que las parejas busquen practicarlo con la mayor frecuencia posible».
RELACIÓN ENTRE EL SEXO Y LA FELICIDAD
Muise llevó a cabo tres estudios para comprobar si las parejas más felices también eran las que mantenían relaciones sexuales más a menudo. En el primero, para el que utilizó datos de un estudio en el que participaron más de 25 mil personas durante 23 años, se demuestra que la cantidad de sexo sí tiene una relación con el nivel de felicidad, pero sólo si se practica sexo una vez a la semana.
No obstante, la relación entre felicidad y sexo sólo se mantenía para las parejas; para los solteros, la relación entre sexo y felicidad no era significativa.
En el segundo estudio, Muise hizo una encuesta por internet a 335 participantes de distintas etnias y corroboró los resultados del primero. Pero, para situar en contexto la relación entre sexo y felicidad, también averiguó el impacto que tiene los ingresos anuales por hogar en la felicidad de los participantes.
Descubrió que la diferencia entre la felicidad proporcionada por practicar sexo una vez al mes y la del sexo una vez a la semana era más grande que la diferencia entre ganar entre 14 mil y 23 mil euros y 47 mil -70 mil euros al año. Es decir, mantener relaciones sexuales una vez a la semana proporciona más felicidad que ganar más dinero.
El último estudio, que analizó datos de una encuesta realizada a 24 mil matrimonios durante 14 años, volvió a corroborar que el sexo tenía una relación directa con unos niveles más altos de satisfacción con respecto a la relación de pareja, pero sólo si se mantenían relaciones sexuales una vez a la semana.
NO HAY QUE OBSESIONARSE CON LAS CIFRAS
Según los últimos estudios realizados a largo plazo, practicar sexo una vez a la semana es la norma para la mayoría de parejas estables. Muise reconoce que no se ha investigado si las parejas están contentas con esa norma o si saben cuál es la media.
La investigadora también ha explicado que, aunque todavía no se haya comprobado, es posible que la explicación a que tantas parejas sigan esta norma sea que las propias personas sean capaces de intuir que más sexo podría suponer menos felicidad.
Se ha analizado de forma experimental el impacto que tiene la frecuencia del sexo en la felicidad. Para un estudio de 2015, sus autores reunieron a 128 parejas, las separaron en dos grupos y pidieron a los integrantes de un grupo que multiplicaran por dos los encuentros sexuales y a los del otro que mantuvieran el mismo ritmo.
Las parejas que aumentaron la frecuencia de sus relaciones sexuales no informaron de mayor felicidad. Al contrario: fueron menos felices y el disfrute del sexo disminuyó.
En ese momento, los investigadores creyeron que los participantes podían restar valor a la experiencia al verse obligados a practicar más sexo, pero Musie recuerda que toda las parejas ya mantenían relaciones sexuales una vez a la semana antes de participar en el estudio.
Para las parejas que intentan compaginar trabajo, hijos y otras responsabilidades, la idea equivocada de que no están manteniendo las suficientes relaciones sexuales puede acarrear estrés.
Según los estudios de Muise, «las personas deben ser capaces de mantener relaciones sexuales con la suficiente frecuencia como para llevar al máximo a su felicidad, pero sin buscar practicar la mayor cantidad de sexo posible».
Muise propuso reformular la famosa cita del famoso escritor estadounidense John Updike: «El sexo es como el dinero, lo malo es tener demasiado poco».
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