Lou Mongello, otro experto en temas de Disney, confirmó a la edición estadounidense de El Huffington Post la veracidad de esta anécdota. «Sí, cuando vivía en su granja de Misuri mataba el tiempo dibujando, normalmente el paisaje y los animales que tenía que cuidar», explica Mongello. «Esta afición acabó influyendo en su carrera; en Bambi o El libro de la selva se puede comprobar su amor por los animales y por la animación y el cine en relación con la naturaleza».
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo/The Huffington Post).- El próximo año se cumplirán 50 años de la muerte de Walt Disney y no son pocos los artículos que se han escrito y se escribirán sobre su vida, pues la empresa que lleva su nombre alimenta continuamente la imaginación de mucha gente.
El pasado 5 de diciembre, coincidiendo con el cumpleaños del dibujante, se estrenó la película Walt Before Mickey [Walt antes de Mickey], que narra la historia de sus comienzos. En las primeras escenas, el largometraje responde a una pregunta que tanto niños como adultos que han visto obras de Disney se han planteado en alguna ocasión: ¿por qué en las primeras películas se le da tanto protagonismo a los animales?
La respuesta reside en que Walt pasó parte de su infancia, desde abril de 1906 a diciembre de 1910, en una granja de 16 hectáreas en Marceline (Misuri, EU) con su familia. Fue en esa granja donde se aficionó a dibujar, y sus primeros modelos fueron los animales que vivían allí.
Según Jim Hill, historiador de Disney, Walt solía contar a los periodistas que el primer dibujo por el que le pagaron se lo encargó Doc Sherwood, un granjero vecino que le pidió que dibujara a su caballo Rupert.
Lou Mongello, otro experto en temas de Disney, confirmó a la edición estadounidense de El Huffington Post la veracidad de esta anécdota. «Sí, cuando vivía en su granja de Misuri mataba el tiempo dibujando, normalmente el paisaje y los animales que tenía que cuidar», explica Mongello. «Esta afición acabó influyendo en su carrera; en Bambi o El libro de la selva se puede comprobar su amor por los animales y por la animación y el cine en relación con la naturaleza».
Hill también puntualiza que Walt Disney fomentó mucho esta narrativa desde que fundó su empresa. «Los animales de granja siempre han tenido un papel principal en la historia de cómo Walt se convirtió en Walt Disney», explica. «Dicho esto, no podemos olvidar que su principal dedicación era contar historias».
Y «siempre se dice que la historia la escriben los vencedores», cita Hill.
Con el paso de los años, la marca Disney ha acabado aceptando las anécdotas que se asocian a la vida de Walt. A veces, Walt «‘tergiversaba un poco la verdad’ para que una historia que ya era buena fuese mejor», afirma Hill, que aclara cuál fue la verdadera inspiración para crear al personaje de Mickey Mouse:
Walt solía contar una historia concreta cuando le preguntaban en qué se había inspirado para crear a Mickey Mouse. Según él, se inspiró en un ratón domesticado al que daba de comer cuando trabajaba solo por la noche en las oficinas de los estudios Laugh-O-Gram de Kansas City (Misuri). Pero la verdad es que Walt creó a Mickey sobre la marcha en 1928: Disney necesitaba un personaje nuevo para empezar a crear animaciones tan pronto como fuera posible tras descubrir que Charles Mintz le había robado a su personaje Oswald, el Conejo de la Suerte.
Walt y el dibujante Ub Iwerks crearon a Oswald, el Conejo de la Suerte, pero perdieron los derechos del personaje contra Universal. Las primeras versiones de Mickey Mouse son idénticas a Oswald, excepto porque el primero tiene las orejas y la nariz más cortas y no tiene cola.
«Nunca llegaré a saber por qué Mintz o Universal Pictures no demandaron a Walt y a su empresa por copiar a Oswald cuando se presentó el personaje de Mickey en 1928″, bromea Hill.
En cualquier caso, fue en la granja de Marceline donde empezó toda la magia, y donde todavía se puede visitar el Museo de Walt Disney, que no forma parte de la empresa Disney.