La Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (RLJD) señala que actualmente los países más peligrosos para ser joven en la región son Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).– Los jóvenes en América Latina se encuentran en un estado de vulnerabilidad en el que males como el desempleo, el poder de los cárteles de la droga para reclutarlos, la falta de oportunidades y el creciente clima de represión en países con gobiernos dictadores o populistas, pintan un panorama de pobreza y persecución, advirtió la coordinadora de Proyectos de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (RLJD), Micaela Hierro Dori.
Hierro Dori expuso que actualmente los países más peligrosos para ser joven en la región son Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, donde ante los cambios políticos que se están registrando, las amenazas y detenciones en contra de quienes están inconformes con sus gobiernos se han intensificado.
Citó como ejemplo Venezuela, donde recientemente se realizaron elecciones, país en el que 60 de 75 detenidos reconocidos oficialmente como presos políticos, son menores de 30 años.
En general, afirmó, en la región no existe “la institucionalidad” adecuada para defender los derechos de los jóvenes, “nos sentimos indefensos ante los gobiernos”.
En el caso de México, expresó, aunque existen denuncias de represión y persecución en contra de los jóvenes es un país en el que existen más mecanismos de defensa que en Centro y Sudamérica, “lo cual no quiere decir que la situación no sea grave”.
La red, que actualmente opera en 20 países de la región, busca denunciar los abusos de poder, las violaciones a los derechos humanos y las prácticas antidemocráticas cometidas por las distintas autoridades de América Latina.
Entre los países en los que opera se encuentran Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia y México, entre otros.
UN AÑO CLAVE
Hierro Dori, quien visitó México en días pasados, destacó que entre la red crece la preocupación sobre la seguridad y derecho de manifestación de los jóvenes, no sólo por la situación que impera en las países antes citados, sino también por algunos que tendrán procesos electorales en 2016 y en los que el clima de insatisfacción con sus regímenes actuales es creciente.
“En 2016 tenemos procesos electorales o plebiscitos en Nicaragua, Perú, Bolivia, y al menos en Nicaragua tenemos el antecedente de que han sido detenidos jóvenes que se oponen a la construcción del canal – que conectaría el Mar Caribe, el Océano Atlántico con el Océano Pacífico a través de Nicaragua”, indica.
Un aspecto señalado por la coordinadora de Proyectos de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia es el proceso de apertura en el que entró Cuba tras reanudarse sus relaciones comerciales y diplomáticas con Estados Unidos, pues, contrario a lo que se pudiera pensar, “hay un intento del régimen de mantener el poder y lo que nos dice la gente allá es que entre más se extiende la liberalización económica, hay más represión para mantener el control”.
Agregó que en la isla se esta gestando una nueva generación de oposición al régimen, lo cual se salió de control del sistema liderado por los hermanos Raúl y Fidel Castro –en el poder desde 1959-. Este movimiento está demandando que se acelere el desarrollo democrático, “con lo que estamos viendo más represión de jóvenes activistas. Porque en Cuba los jóvenes están divididos en dos: los que pertenecen a las juventudes del Partido Comunista y los que están buscando nuevos cambios y nuevas opciones políticas, y estos son a los que se está reprimiendo”.
En marzo, la exiliada cubana Sara Martha Fonseca y dos activistas del Directorio Democrático Cubano, John Suárez y Janisset Rivero, expusieron en una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, cómo en la isla estaba aumentado la represión en contra de activistas.
Y recordó que «cientos de jóvenes cubanos están cumpliendo penas de prisión por peligrosidad social predelictiva», un tipo de delito que les mete en la cárcel «por prevención», para callar su «descontento social».
En mayo de este año, el activista de derechos humanos en Cuba, Yoandri Montoya Avilé, presidente del Movimiento Jóvenes de Bayamo reportó también el aumento de la vigilancia y represión de la seguridad del Estado castrista al instalar elementos de vigilancia en barrios donde residen los activistas de derechos humanos.
Uno de los casos más recientes en Venezuela es el de la estudiante La estudiante Ginette Hernández, de 23 años, quien trabajaba como Community Manager en el canal E Entertainment en Caracas, quien fue detenida en octubre de 2014, acusada de hacer ofertas engañosas y difundir información falsa a través de la cuenta de Twitter @Hipolita, a pesar de haber sido encontrada no culpable fue condenada a 15 meses de cárcel.
Otro de los casos que estremeció a Venzuela fue el del asesinato del joven de 14 años, Kluivert Roa, en febrero pasado en el Estado de Táchira. En su momento, el diario estadounidense The Wall Street Journal publicó que los relatos sobre el asesinado del estudiante a manos de guardias del orden, era un ejemplo de “cómo los policías tienen licencia para matar, porque no están para combatir el crimen, sino para disparar sus armas de fuego contra jóvenes indefensos y manifestantes pacíficos”.
Kluivert, según testigos presenciales, “quiso ayudar a una joven a quienes los policías habían disparado perdigones en la espalda. Los agentes contraatacaron, Kluivert no pudo huir, cayó al suelo y recibió un disparo a bocajarro en la cabeza. Otra de las presentes asegura que los agentes sacaron al joven de debajo de un vehículo donde se había escondido”, publicó el diario español El Mundo.