Un estudio de la Universidad de Waterloo en Canadá revela que existe una conexión entre entre las frases aparentemente profundas y un bajo nivel de inteligencia.
Por Allison Elkin
Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo/Vice).- Entrar a Facebook a ver tu feed es un tic masoquista que todos padecemos; en el peor de los casos, nos recuerda que en algún punto en nuestra vida tuvimos muy mal juicio y nos hicimos amigos de gente idiota. Debo admitir que hay días en los que veo el muro de mi mejor amiga de la secundaria y me río como loca por su serie de memes sobre lo bonitos que son los pitbulls, publicaciones de nostalgia por los noventas y, claro, frases de vida profundísimas como «Tienes permiso de descansar. No tienes la obligación de arreglarlo todo. No intentes que todo el mundo sea feliz. Es momento de que te tomes tiempo para ti. Es momento de vivir».
Según un estudio canadiense de la Universidad de Waterloo, mi ex mejor amiga y otras como ella son ligeramente estúpidas. En el informe de investigación «Sobre la recepción y detección de tonterías seudo profundas», el estudiante de doctorado Gordon Pennycook y otros cuatro investigadores afirman que existe una conexión entre las frases aparentemente profundas y un bajo nivel de inteligencia.
En el estudio, los investigadores utilizaron una página web llamada Sebpearce.com, la cual genera frases al azar diseñadas para sonar profundas, como «Esta vida no es más que un oasis que ennoblece la fe en uno mismo» o «En la actualidad, la ciencia nos demuestra que la esencia de la naturaleza es la orientación».
«Encontré la página y se me ocurrió que podía hace una investigación sobre este tema; quería saber si la gente en serio cree que esas frases son profundas», le dijo Pennycook a VICE. «Con frecuencia veo frases en mi feed que no son muy exageradas pero casi siempre son inspiradoras o fotos de celebridades con citas que obviamente no son suyas».
Durante el estudio, se le pidió a 300 participantes que leyeran varias frases, entre ellas las frases «sin sentido», que calificaran su nivel de profundidad en una escala del uno al cinco y que las clasificaran en tres categorías: profundas, tontas o comunes. También fueron sometidos a pruebas para medir su capacidad cognitiva y su personalidad.
Una de las frases que tuvieron que evaluar los participantes fue «El significado oculto transforma la belleza abstracta sin igual».
Los que no fueron capaces de detectar las frases sin sentido y las clasificaron como profundas resultaron tener un nivel más bajo de inteligencia, problemas para efectuar un pensamiento reflexivo y más probabilidad de tener creencias conspirativas o paranormales.
En otras palabras, este tipo de personas están, como dijo Nietzsche, «encerrados en la vitrina de la autorreflexión de la mente».