«Hay 30 aviones ‘Tornado’ listos para entrar en funcionamiento y necesitamos seis» para la misión en Siria, afirmó hoy en una breve comparecencia la titular de Defensa alemana, Ursula von der Leyen.

El Bundestag (cámara baja alemana) estudiará hoy en primera lectura la misión militar aprobada ayer por el Consejo de Ministros y que contempla el envío de seis «Tornado», un avión nodriza y una fragata a Siria, además del despliegue de hasta 1.200 soldados.

Según un informe del Ministerio de Defensa citado hoy por varios medios, de los 93 aviones «Tornado» con los que cuenta la Fuerza Aérea alemana, sólo 66 están en servicio y, a su vez, únicamente 29 -el 44 por ciento- están listos para entrar en funcionamiento.

Esta cifra es incluso inferior a la revelada en el informe del año pasado, en el que aún se hablaba de 38 aparatos listos para despegar de inmediato.

Según el documento actual, que será debatido hoy en la comisión parlamentaria de Defensa, precisamente antes del primer debate plenario sobre la misión militar, el estado deficiente de los aparatos se debe, entre otras razones, a la «no disponibilidad de diferentes piezas de repuesto».

El informe, de 81 páginas, señala que los aviones «Tornado» tienen entre 23 y 34 años y son modelos considerados obsoletos.

Pero también en el caso de su sucesor, los cazas del tipo «Eurofighter», la situación no ha mejorado respecto al informe anterior y el porcentaje de aviones listos para despegar de forma inmediata se ha reducido de un 57 por ciento a un 55 por ciento.

En lo que respecta a los aviones de transporte del modelo «Transall», sólo el 57 por ciento están en disposición de volar, una cifra que queda muy lejos del objetivo de al menos un 70  por ciento.

Ya el año pasado, las deficiencias del equipamiento militar habían generado un gran debate en Alemania.

«El estado de los sistemas aéreos sigue siendo deficiente», señala el general Volker Wieker, máximo responsable de las fuerzas armadas alemanas, en el informe actual, que revela que se han tomado 117 medidas para contrarrestar esta situación y se ha calculado un gasto de 5.600 millones de euros por un plazo de diez años.

Según Wieker, «no se puede esperar rápidos progresos», pues las medidas adoptadas solo tendrán efecto a medio plazo, aunque añadió que se ha logrado «revertir la tendencia en ámbitos esenciales».

En relación a la misión militar, Von der Leyen afirmó que será «larga», «difícil» y «peligrosa».

«No deberíamos hacernos ilusiones al respecto», subrayó la ministra, quien agregó que su duración dependerá del proceso político en el que se enmarcará la misión militar.

También el Presidente del grupo parlamentario de los socialdemócratas, Thomas Oppermann, afirmó en unas declaraciones a la emisora Deutschlandfunk que «habrá que hacerse a la idea de que serán muchos años».

Al mismo tiempo, expresó la necesidad de una estrategia global, pues no sólo con ataques aéreos será posible combatir con éxito al EI, argumentó.

La misión alemana, limitada inicialmente a un año, incluye asimismo el uso de satélites y el envío de una nave nodriza para suministrar combustible a los bombarderos franceses, así como una fragata, que contribuirá a la protección del portaaviones francés Charles de Gaulle.