The Washington Post dice que los ambientalistas mexicanos han expresado en repetidas ocasiones su alarma ante la falta de compromisos adoptados por el Gobierno federal en la conservación.
Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).– Los recortes presupuestarios anunciados por el Gobierno de México, a raíz de la caída en los precios internacionales del petróleo, han golpeado «con especial dureza» a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) situación que, junto a la falta de voluntad política, pone en riesgo la conservación de especies en peligro de extinción como es el caso de la águila real, emblema del Escudo Nacional de México, publica The Washington Post.
Joshua Partlow escribe en el reconocido diario norteamericano un reportaje titulado: «Los problemas presupuestarios amenazan la reputación de Mexico como líder de conservación», en el que refiere cómo «la supervisión ambiental se está volviendo tan vulnerable como la vida silvestre, mientras que los presupuestos por programas se han reducido y montones de empleados de la agencia que supervisa las áreas protegidas han sido despedidos».
The Washington Post dice que los ambientalistas mexicanos han expresado en repetidas ocasiones su alarma ante la falta de compromisos adoptados por el Gobierno federal en la conservación. Refiere que con el paso de los años, el país ha desarrollado una reputación como «líder en materia de política ambiental progresiva» con el establecimiento de «objetivos ambiciosos» para reducir las emisiones de dióxido de carbono y reducir la tasa de deforestación.
El medio recuerda que a finales del próximo año, Cancún, en Quintana Roo, será la sede de una importante reunión internacional sobre la biodiversidad. También explica que entre estos reconocimientos se encuentran el bloqueo del proyecto hotelero en Cabo Pulmo en Baja y la protección de la vaquita marina.
«Pero los problemas económicos están probando esa reputación. Así como los precios del petróleo se han desplomado, México ha perdido miles de millones en ingresos, forzando recortes en el presupuesto de todo el gobierno. Estos han golpeado con especial dureza en la pequeña agencia conocida como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas», dice el Post.
La Comisión que fue creada en 2000 despidió al menos a 88 empleados de una plantilla de unos mil 500 haciendo menor el número de guardaparques responsables de grandes franjas de territorio. Aunado a esto, el verano pasado, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, propuso un nuevo recorte del 27 por ciento en el presupuesto de personal de la agencia.
«Parece que la CONANP está siendo desmantelada», dijo el director de una organización ambientalista que habló bajo la condición del anonimato debido a la sensibilidad política del tema.
Luis Fueyo, quien presidió la organización a partir de 2010 hasta principios de este año, dijo a The Washington Post que se debe tener un empleado por cada 25 mil acres de área protegida, en comparación con el aproximado de uno por cada 42 mil acres de ahora. «Cerca de 70 áreas protegidas necesitan más personas», dijo. «Por todas partes, hay escasez», agregó.
El actual comisionado de la CONANP, Alejandro del Mazo, «ex congresista de 35 años de edad, y un pariente de Peña Nieto», diferenció de esa caracterización e insistió en que él guardará los tesoros biológicos del país. En una entrevista, con el reconocido medio estadounidense del Mazo dijo que el clima económico requiere que la CONANP sea «más eficiente» y «hacer más con menos.»
El diario menciona que en medio de esta presión por la austeridad, se ha planteado la Reserva de la Biosfera de la Zona Semiárida de Desierto de Zacatecas lo cual representa una prueba para el Presidente Enrique Peña Nieto
«Los ambientalistas están esperando a ver si Peña Nieto procederá con un plan para una reserva de la biosfera que cubre más de 6 millones de acres de desierto o estará de lado de las grandes empresas mineras de oro y plata que se oponen a la propuesta en su tamaño actual», dice el Washington Post.
«Algunos ven pocas razones para apostar que la administración de Peña Nieto se pondrá del lado de la protección del medio ambiente», agrega. Javier de la Maza, director de la organización ambientalista Natura Mexicana, dijo al diario norteamericano que «el medio ambiente no va a detener los proyectos de desarrollo» aún cuanto éste «es el mensaje que siempre están enviando.»
El Post menciona que uno de los planes del Mazo fue la Reserva de Biosfera en Zacatecas, «que podría llegar a ser, si Peña Nieto lo aprueba, el área protegida más grande de México».
«El área es el hogar del mayor número de nidos de águila real que quedan en el país. Pero también equivale a un tercio del territorio de Zacatecas e incluye varias minas de oro, plata y zinc estadounidenses y canadienses», se detalla en la publicación.
El medio indica que más de 2 millones de personas viven en 177 áreas protegidas del país, y menciona que hay una presión constante para el desarrollo, desde la construcción de hoteles de lujo a la tala de bosques para la agricultura de subsistencia.
«Esa presión es claramente visible en el municipio de Mazapil, Zacatecas uno de los seis municipios que tienen 90 mil personas que se encuentran dentro de los límites propuestos para la Reserva de la Biosfera de la Zona Semiárida de Desierto de Zacatecas. La ciudad gira en torno a una operación minera por la empresa con sede en Vancouver BC, Goldcorp, que emplea a miles de personas y ha cavado pozos gigantes y cumbres reformados», menciona el Post.
Explica que la pérdida de hábitat es una de las principales amenazas para el águila real. Enrique Cisneros del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza dijo la sociedad tiene que entender «que tenemos un problema con nuestro símbolo nacional».
«Si somos capaces de conservar esta especie, vamos a conservar todas las especies debajo de ella», comentó.
The Washington Post menciona que incluso si la biosfera se materializa, poco va a cambiar en el corto plazo. «Las empresas mineras todavía tendrían el derecho de operar. Pero los defensores del parque creen que el estado de las áreas protegidas sería fomentar mejores prácticas ambientales y desalentar el desarrollo desenfrenado en el futuro.»
«Somos realistas», dijo Manuel Macías Patiño, quien ha ayudado a organizar la propuesta de la biosfera. «No se puede detener el desarrollo. Lo único que le pedimos es que se incluyan consideraciones ambientales», explicó.