El Cairo, 23 (EFE).- El Ejército egipcio mató la pasada madrugada a cinco emigrantes sudaneses, hirió a otros seis y arrestó a cinco, cuando intentaban cruzar ilegalmente la frontera con Israel, informó hoy el portavoz de las Fuerzas Armadas, Mohamed Samir.
En un comunicado en su página oficial de Facebook, Samir explicó que las tropas encargadas de la vigilancia de la frontera entre Egipto e Israel, situada en el este de la península del Sinaí, «desbarataron un intento» de cruzar esa demarcación.
Según su versión, los emigrantes contaban con la colaboración de «elementos criminales que facilitan las acciones de emigración ilegal».
Las fuerzas lanzaron disparos al aire de advertencia en primer lugar, pero los emigrantes respondieron abriendo fuego e hirieron a un soldado en la espalda, según el Ejército egipcio.
Los guardias fronterizos respondieron a su vez a los disparos y cinco de los emigrantes resultaron muertos, mientras que seis sufrieron heridas y otros cinco fueron arrestados.
Posteriormente, se comprobó que todos son de nacionalidad sudanesa, informó el Ejército en un comunicado.
El pasado día 1 de noviembre, la Policía de Egipto encontró quince cadáveres de emigrantes africanos en el norte de la península del Sinaí, cerca de la frontera con Israel.
Hasta ahora se desconoce la nacionalidad de esas personas, que parece que fallecieron por disparos, y quién puede estar detrás de su muerte.
En la zona operan grupos radicales como la rama egipcia del Estado Islámico (EI), pero con anterioridad emigrantes africanos han perecido a manos de los traficantes que les facilitan el tránsito ilegal a través de la frontera con Israel.
Hasta 2011, cuando comenzó la construcción de la verja en la frontera entre Israel y Egipto, la mayoría de los inmigrantes ilegales africanos cruzaban el territorio egipcio de camino a Israel, donde entraban una media de 2.000 al mes.
Según un informe publicado a finales de 2013 en El Cairo, unas 30 mil personas, la mayoría eritreos pero también sudaneses, fueron víctimas desde 2009 del tráfico ilegal en el Sinaí, donde sufrieron torturas y unos 10 mil fallecieron.