Manama, 23 nov (EFE).- Las fuerzas de seguridad bareiníes han continuado torturando a detenidos durante sus interrogatorios, una práctica común antes y después de la revuelta del 2011, reprimida por la fuerza en el país del golfo Pérsico, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).
La ONG internacional subrayó que las autoridades no han aplicado las recomendaciones de la CIIB en relación a la tortura y que la impunidad entre las fuerzas de seguridad sigue reinando.
HRW entrevistó a diez prisioneros que reconocieron haber sido sometidos a interrogatorios forzosos en la Dirección de Investigaciones Criminales del Ministerio del Interior y en comisarias de Baréin desde el año 2012, además de cuatro expresos que fueron torturados en la prisión de Yaw en marzo de este año.
Todos ellos dijeron que fueron atacados físicamente y varios describieron las torturas sufridas, que incluyeron abuso sexual, descargas eléctricas, permanecer atado y colgado de las muñecas o de pie durante un largo periodo de tiempo, con los ojos vendados.
La CIIB ya documentó este tipo de torturas en 2011, en el marco de la represión que siguió a la revuelta popular en Baréin, y HRW lo había hecho en 2010, antes incluso de la primavera árabe.
Baréin creó la CIIB para investigar la violencia durante las protestas de febrero y marzo de 2011, y el organismo emitió un informe en noviembre de ese año acusando al Gobierno bareiní de haber utilizado una «fuerza excesiva», pero las instituciones no han tomado medidas ni castigado a los responsables.
«Desde las protestas pacíficas antigubernamentales de 2011 (…) el Gobierno bareiní ha supervisado una campaña de encarcelamientos que ha diezmado el movimiento prodemocracia», aseguró HRW en una nota emitida hoy.
Asimismo, la ONG pidió a Baréin que permita que el relator especial de la ONU sobre la tortura acuda al país, después de que su visita fuera cancelada por las autoridades de Manama en 2012 y 2013.