«Es muy importante recordar que Polonia va a tener un Gobierno que ayudará a los más débiles, a los ancianos, a los pobres, a los que se ven obligados a emigrar para buscar sustento; por eso, debe ser un Gobierno que no tenga miedo a ser fuerte», dijo Duda durante el acto de designación de Szydlo, compañera suya de partido.

El lema de Szydlo como Primera Ministra será «trabajo y humildad», avanzó la sucesora de la democristiana liberal Ewa Kopacz, que ayer presentó su dimisión.

Kopacz también hizo pública hoy su renuncia a la presidencia de su partido, Plataforma Ciudadana, decisión que justificó en la falta de consenso para apoyar su liderazgo.

En las elecciones del pasado 25 de octubre la formación nacionalista-conservadora Ley y Justicia se convirtió en el primer partido en conquistar una mayoría absoluta desde la caída del comunismo, en 1989.

Se prevé que el gabinete de Szydlo, quien ya anunció el pasado lunes los miembros de su futuro Ejecutivo, sea oficialmente designado por el Presidente el próximo lunes, aunque todavía no hay confirmación oficial.

Ayer arrancó la legislatura con la sesión inaugural del Parlamento, una cámara baja dominada por Ley y Justicia y donde, por primera vez desde 1989, la izquierda no cuenta con ningún representante.

Ley y Justicia hunde sus raíces en el sindicato anticomunista Solidaridad y mezcla los valores católicos tradicionales con una visión económica de izquierdas que pretende promover la intervención estatal para combatir las desigualdades, bajar la edad de jubilación y aumentar el gasto social.

Esta formación ya gobernó entre 2005 y 2007, con Jarslaw Kaczynski como Primer Ministro, un periodo marcado por controvertidas políticas que pretendían depurar moralmente el país y luchar contra reminiscencias del comunismo en las estructuras públicas.

Se considera que Beata Szydlo es más moderada que Kaczynski, aunque sus detractores auguran un Ejecutivo que podría seguir la línea marcada por el dirigente húngaro, Viktor Orban.