Jerusalén, 12 nov (EFE).- Miembros encubiertos de las fuerzas de seguridad israelíes mataron a un palestino tras irrumpir en un hospital de Hebrón para arrestar al primo del fallecido, responsable de apuñalar a un colono y causarle heridas de moderación dos semanas atrás, confirmaron a Efe fuentes médicas.
Una portavoz del Ejército israelí informó a Efe que anoche miembros del servicio de inteligencia interior (Shin Bet), la unidad de contraterrorismo de la Guardia de Fronteras y el Ejército israelí se dispusieron a arrestar en una operación conjunta a Azam Shalaldeh, de 20 años.
Shalaldeh se recuperaba en el hospital de una herida de bala recibida de un colono israelí al que agredió con un cuchillo dos semanas atrás en las inmediaciones de un asentamiento judío, causándole heridas de moderación. El joven huyó tras el incidente.
En un vídeo difundido tras la incursión, se aprecia cómo cerca de una decena de personas -los miembros de las fuerzas de seguridad disfrazados- entran en el recinto médico acompañando a un supuesto paciente al que llevaban en silla de ruedas.
Una vez que alcanzaron la habitación de Shalaldeh, se dispusieron a detenerle, acción que ya queda fuera de la imagen y a la que supuestamente se opuso Abdulá Shalaldeh, de 28 años, que «fue tiroteado por los efectivos israelíes cuando les intentó atacar», explicó la portavoz militar.
Sin embargo, el director del hospital, Jehad Shawar, aseguró hoy a la radio palestina que «(cuando) Abdulá salió del baño, que estaba en la habitación, le dispararon cinco balas, una en la cabeza, otra en el pecho y tres en el cuerpo».
El portavoz del Ministerio de Sanidad Palestino, Mohamed Awawda, confirmó a Efe la muerte de Abdulá.
Días atrás el director del hospital al Makased de Jerusalén Este, Rafiq Huseini, criticó que la Policía israelí solicitó la información de los pacientes que son tratados tras participar en disturbios y denunció la incursión por tercera vez en dos semanas de fuerzas de seguridad en el centro médico, informó la agencia Maan.
La Guardia de Fronteras desplegó numerosos efectivos en el centro mientras otros recababan información entre los ficheros médicos sobre un adolescente al que buscaban, aseguraron testigos.