Rangún (Birmania), 8 nov (EFE).- La votación en las elecciones que se celebran hoy en Birmania (Myanmar), donde unos 35 millones de personas tendrán que elegir parlamentos nacional y regionales, transcurre con normalidad en Rangún, según la Unión Europea (UE).
«Por lo general, está siendo un proceso ordenado pero no exento de fallos. Tendremos que tener los datos de otras partes del país para saber si este comportamiento es representativo», dijo el jefe de la misión de observadores de la UE, Alexander Lambsdorff, según la cadena de televisión Channel News.
Lambsdorff, que se refería a la jornada electoral que se lleva a cabo en Rangún, la antigua capital, recordó que «no hay ningún país con unas elecciones perfectas».
Numerosas denuncias de infracciones se han presentado a la Comisión Electoral durante la campaña electoral y otras salen hoy de los distintos centros electorales abiertos en todo el país, como errores en las listas de votantes o intimidaciones.
Los colegios electorales abrieron a las 06.00 hora local (23.30 GMT del sábado) y cerrarán a las 16.00 hora local (09.30 GMT).
Alrededor de 9.400 observadores locales y más de un millar de extranjeros, incluido un equipo de la UE, siguen la votación en unos 46.000 colegios electorales.
Unos 6.000 candidatos de 93 partidos se disputan los 1 mil 142 escaños en juego en los parlamentos nacional y regionales.
La opositora birmana y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, acudió a votar casi tres horas después de la apertura en el colegio número 3 de Rangún, donde seguidores y más de 100 periodistas la esperaban.
Vestida de rojo, y con las habituales flores en el pelo, Suu Kyi, escoltada por personal de seguridad de su partido, Liga Nacional para la Democracia (NLD, sigla en inglés), tardó unos diez minutos en depositar la papeleta y salir sin hacer declaraciones.
Desde que votó, Suu Kyi se ha pasado la mañana y el comienzo de la tarde recorriendo colegios electorales donde multitudes salen a saludarla.
La opositora birmana, que pasó en total más de 15 años bajo arresto domiciliario durante la dictadura militar, confía en obtener una victoria abrumadora en las urnas para poder establecer una democracia genuina en el país.
Los partidos de las minorías étnicas, que representan cerca del 30 por ciento de los 51 millones de habitantes del país, aspiran a ganar una porción significativa del voto.
La Constitución de 2008, calificada de antidemocrática por la NLD, reserva el 25 por ciento del aforo del legislativo nacional a las Fuerzas Armadas.
El próximo Parlamento nacional se formará en enero, y entre febrero y marzo las nuevas cámaras elegirán al jefe del Estado para los próximos cinco años, cargo al que no puede aspirar Suu Kyi porque lo impide la Carta Magna actual al tener dos hijos con pasaporte británico.
Birmania estuvo gobernada por generales desde 1962 hasta 2011, cuando el exgeneral Thein Sein, primer ministro de la última junta militar, se convirtió en jefe de Estado al frente de un gobierno civil e inició una serie de reformas políticas, económicas y sociales destinadas a implantar una «democracia dirigida».