ARRANCA: Esperanza única para algunos, pesadilla para otros; a nadie le resulta indiferente en el mapa electoral. Ni en la Historia. Nació el 13 de noviembre de 1953 en Tepetitlán, municipio de Macuspana, Tabasco. Es hijo de Manuela y Andrés Manuel. Se licenció en Ciencias Políticas por la UNAM y en 1976 ingresó a la política cuando apoyó la candidatura del poeta Carlos Pellicer para el Senado de Tabasco. Ese mismo año, se afilió al PRI de donde salió en 1988 en las huestes de Cuauhtémoc Cárdenas. Al siguiente año, Cárdenas fundó el Partido de la Revolución Democrática y López Obrador ocupó la presidencia nacional. En 2000, se convirtió en Jefe de Gobierno del Distrito Federal y en 2012, fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), convertido ahora en partido político. Es conocido como “peje”, un derivado de pejelagarto, pez que nada en los mares que rodean a su tierra natal. Como Jefe del GDF empezó a ganar notoriedad. Entonces, pronunció la frase “a mí que me den por muerto” respecto a las elecciones presidenciales de 2006. Si la política nacional debe leerse entrelíneas o al revés, AMLO ha sido fiel a lo que aquella vez pronunció: esta sería la tercera vez que se postula a la Presidencia. Tras un conteo controvertido, en 2006, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación lo dejó en segundo lugar detrás de Calderón, por menos de un punto porcentual. AMLO realizó una de las protestas más largas para impugnar el resultado. Sólo por esta causa se formó la Convención Nacional Democrática, organización civil que lo nombraría Presidente legítimo de México. En 2012, volvió a contender y esta vez, obtuvo siete puntos menos que el candidato de PRI, Enrique Peña Nieto. Reveló escándalos como Soriana y Monex, mecanismos a través de los cuales, el tricolor indujo el voto a cambio de tarjetas. Está casado con Beatriz Gutiérrez Müller con quien tiene un hijo, Jesús Ernesto. En 2003 enviudó. En su primer matrimonio tuvo tres hijos.
GALOPE: Después de contender dos veces por la Presidencia de la República desde la izquierda, es el personaje a vencer por cualquier otro. Perredista durante 23 años, fundador de un nuevo partido, Morena, en el que él se encuentra en el centro de las decisiones, su biografía da cuenta, de un fenómeno político, más que de un candidato. Parte de su vida se entiende a partir de la manera en que se enfrenta a la adversidad. En 2004 protagonizó uno de los procesos legales más recordados de la Historia moderna: el desafuero. Su antecesora en la Jefatura de Gobierno, Rosario Robles, había expropiado una parte del terreno llamado “El Encino”, ubicado en la delegación Cuajimalpa para construir una vía de acceso a un hospital privado. En marzo de 2001, el dueño de la propiedad demandó al Gobierno capitalino por la expropiación y promovió un amparo. El pleito legal continuó hasta 2004 cuando la PGR acusó a AMLO –quien ya era Jefe de Gobierno- de desacato. Para muchos, el entonces Presidente de la República Vicente Fox trataba de impedir que López Obrador fuera candidato presidencial. La Cámara de Diputados, erigida en jurado, votó a favor del desafuero. Pero entonces, una multitud llenó el Zócalo, así como las calles aledañas para apoyarlo. El discurso de aquel día, AMLO lo remató con un: “Los quiero desaforadamente”. Fue candidato por el PRD en 2006 y entonces, su opositor, Felipe Calderón, lanzó en su campaña “López Obrador es un peligro para México”, lo que se conoció como “guerra sucia”, de la que también salió fortalecido. Hoy, la legislación electoral prohíbe campañas electorales difamatorias.
LA COLA: Las debilidades de este corredor se encuentran en la propia importancia que ha adquirido. Soberbio y egocentrista, acusan algunos de sus detractores o personas que han estado cerca de él. Para protestar por los resultados de 2006 que no lo favorecieron, mantuvo poco más de un mes un plantón en Reforma lo que le generó más repudio que aplauso. En noviembre de 2013 entró por su propio pie al Hospital Médica Sur con un fuerte dolor en el pecho. Los médicos le informaron que estaba sufriendo un infarto agudo al miocardio. El debate político dio cuenta de que AMLO no tenía sucesor. De modo que lo que hoy representa, no podría ser continuado. En este sentido, López Obrador es más un caudillo que un candidato.