En un país en el que los ataques de escualos crecen exponencialmente, las autoridades encontraron en la tecnología una forma de vigilar a estas criaturas para mantener a los bañistas a salvo.
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo/TicBeat).- Los temidos tiburones tendrán próximamente un nuevo enemigo a batir: los drones. Y es que Australia decidió utilizar aeronaves no tripuladas para prevenir los ataques de estos animales, monitorizando sus movimientos para evitar que se encuentren con humanos en el camino.
La amenaza de los tiburones en Australia es más que una realidad, ya que el país ha pasado de contar tan sólo tres ataques de tiburones en 2014 a lo largo de los dos mil kilómetros de costa, tan sólo del estado de Nueva Gales del Sur, a experimentar nada menos que 13 este año. De hecho, en febrero, un turista de origen nipón murió allí por las consecuencias del ataque de uno de estos animales que le arrancó las dos piernas.
Así, y después de que las autoridades descartaran otras opciones como la caza proactiva de tiburones, el gobierno de este estado australiano ha impulsado un programa de cinco años y un costo de 11.5 millones de dólares que, entre otras medidas, incluye el despliegue de drones sobre las playas.
Los drones, y en menor medida helicópteros tripulados, vigilarán constantemente las zonas de costa y alertaran en tiempo real ante la presencia de cualquier anomalía que pueda ser indicio de la presencia de un tiburón en la zona.
Todos esos datos serán recibidos por las autoridades locales pero también por los propios ciudadanos y los turistas, a través de una app para móviles llamada “SharkSmart”.
ESTACIONES DE ESCUCHA Y BOYAS CON SONARES
Pero estos dispositivos no serán los únicos que pondrá en marcha el gobierno australiano en su lucha contra uno de los animales más peligrosos del mundo. En ese sentido, las autoridades también levantarán nada menos que veinte estaciones de escucha en las áreas donde transitan en mayor número los tiburones.
Igualmente, se instalarán una gran cantidad de boyas en el mar equipadas con sonares de última generación capaces de identificar a los tiburones. Estas boyas estarán, al igual que los drones, conectadas en tiempo real con las centrales de vigilancia para poder dar el aviso de “tiburón a la vista” lo antes posible.
UNA OPCIÓN CADA VEZ MÁS FRECUENTE
El uso de aeronaves no tripuladas en las costas es algo cada vez más frecuente. Al caso de Australia hemos de unir, por ejemplo, las iniciativas llevadas a cabo en Chile, donde ya utilizan drones para ayudar a los socorristas en las playas. El experimento ha llegado ser tan eficaz que un dron que portaba un salvavidas llegó mucho antes a darle asistencia a la víctima que un vigilante humano.
En España, Galicia está impulsando un proyecto público-privado para favorecer el uso de drones civiles para distintas tareas, como proteger los verdes montes de la región de los incendios, pero también para vigilar las costas de la zona. Asimismo, Estados Unidos cuenta con numerosos proyectos que unen mar y drones, desde investigar a las ballenas grises hasta controlar los flujos migratorios.
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