Los precios de gasolina fijados por el gobierno y no con base en las expectativas del mercado internacional podrían ser cosa del pasado. La medida contraria a los gasolinazos implicaría grandes ahorros para los consumidores y mitigaría el posible brinco en los precios de las importaciones ante la depreciación del peso.
Ciudad de México 22 de octubre (SinEmbargo).– Los mexicanos pagan por gasolina en promedio 38 por ciento más que los estadounidenses. Sin embargo, esto podría cambiar. El mes pasado, el Presidente Enrique Peña Nieto propuso vincular los precios de la gasolina con los niveles internacionales a partir de enero. La transición, que había sido programada previamente para 2018, podría implicar enormes ahorros para los consumidores del país, afirma un texto de Bloomberg.
«Es probable que el cambio mitigue el posible salto en los precios de las importaciones después de la caída del peso este año y limite los aumentos del costo de vida. Los operadores en bonos tomaron nota. Ahora consideran que la inflación promediará 3.47 por ciento anual durante los próximos dos años, comparado con una perspectiva de 3.72 por ciento en septiembre», dice la agencia.
Marco Oviedo, economista de Barclays, afirmó en entrevista con Bloomberg que las expectativas apuntan a que los precios de la gasolina bajarán. Por lo tanto, su propia proyección para la inflación –aumento generalizado y constante de precios de bienes y servicios– es de 3.1 por ciento el año próximo.
De acuerdo con el Secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso, con la eliminación de los precios de la gasolina fijados “las expectativas inflacionarias se vuelven mucho más neutras”, cita la agencia.
Por lo pronto, los diputados aprobaron el lunes el cambio referido a los precios de la gasolina, que está incluido en la parte de los ingresos en el presupuesto. Falta el Senado.
La gasolina magna se vende a 13.57 pesos el litro, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas). Esto se compara con un precio minorista promedio de 2.25 dólares el galón en los Estados Unidos, según AAA, el mayor grupo automovilístico del país con sede en Heathrow, Florida.
Los precios de la gasolina podrán bajar, pero la caída del 18 por ciento del peso frente al dólar probablemente haga subir los precios minoristas en tanto los importadores trasladan sus costos más altos, alertó a Bloomberg Gabriel Lozano, economista principal para México en JPMorgan Chase.
“La moneda será más determinante” para la inflación, quien prevé un aumento de 3.8 por ciento en los precios al consumidor el año próximo.
Las medidas adoptadas por el gobierno este año para poner fin a los aumentos de precios mensuales de la gasolina y eliminar las tarifas de telefonía de larga distancia «pesaron más que el impacto de la moneda más débil en los gastos de manutención», considera el texto.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de inflación anual cayó hasta 2.47 por ciento hasta la primera quincena de octubre, un mínimo histórico, aun después de que el peso se desplomó también hasta un mínimo récord.
“Hay una gran probabilidad de que los precios de la gasolina se mantengan o que incluso bajen un poco”, dijo Benito Berber, estratega en Nomura Holdings Inc. de Nueva York.
“Me parecía que la caída en los precios de las telecomunicaciones era algo que se daría por única vez, pero podríamos ver una mayor reducción. Esas dos cosas son enormes para la dinámica de los precios”, concluyó el especialista consultado por la agencia internacional.