Berlín, 18 oct (EFE).- La ciudad alemana de Colonia (oeste) elige hoy a su alcalde bajo el impacto del ataque xenófobo sufrido la víspera por la candidata independiente Henriette Reker, favorita al puesto y responsable en ese municipios de la acogida de refugiados.
La política, de 58 años, se recupera en el hospital de las graves heridas sufridas al ser atacada a primera hora del sábado a cuchilladas por un hombre de 44 años, desempleado y con pasaporte alemán, que tras su agresión dijo haber actuado por xenofobia, según fuentes de la investigación.
El ataque se produjo cuando la candidata se encontraba en un quiosco afín a su candidatura, y en él resultaron heridas de arma blanca otras cinco personas, entre acompañantes de Reker y ciudadanos que se encontraban en el lugar.
Según la edición digital del semanario «Der Spiegel», el agresor, al que el sábado se describió como un desempleado crónico sin antecedentes penales, militó en los años 90 en un grupo neonazi prohibido identificado con los orígenes del nacionalsocialismo.
Fuentes de la fiscalía indicaron hoy que el atacante era dueño de sus actos, según la valoración de un experto forense, y que se espera preste en breve declaraciones ante un juez de instrucción por los cargos de intento de asesinato y lesiones graves.
La candidata fue operada anoche de las graves heridas sufridas en el cuello y está fuera de peligro, indicaron fuentes del equipo médico que la atiende.
El ataque causó conmoción en toda Alemania, más allá de los efectos que ello pueda tener en los comicios municipales de esa ciudad, la cuarta del país en población, con unos 800.000 electores.
La canciller Angela Merkel y representantes del resto del espectro político expresaron su estupor por lo ocurrido, que según el ministro del Interior, Thomas de Maizière, refleja la creciente crispación en todo el país ante la crisis de los refugiados.
Reker concurre a las elecciones como independiente, pero respaldada por la Unión Cristianodemócrata (CDU), los Verdes y el Partido Liberal (FDP), lo que le da buenas opciones de ser elegida.
Durante la campaña electoral había puesto el acento en la necesidad de integrar a los peticionarios de asilo.
La incesante llegada de refugiados -se espera que este 2015 Alemania recibirá entre 800.000 y un millón de peticionarios- divide al país y la canciller Merkel se ha visto presionada desde sus filas conservadoras para que frene la llegada de nuevos solicitantes.
En todo el país se han improvisado centros de acogida, pero muchos municipios, grandes o pequeños, se dicen desbordados, situación que ha empeorado ante la llegada del invierno.
Los ataques xenófobos a centros de refugiados y situaciones de acoso a políticos identificados con la acogida de peticionarios se han disparado, en paralelos a las tensiones y agresiones entre residentes de albergues y campamentos.