El sistema lacustre que incluye a Xochimilco es el más importante del Valle de México, sustento de millones de habitantes y cientos de especies de flora y fauna.
Hemos decidido deshacernos del agua
a pesar de que vivimos sobre un lago,
y el agua tiene memoria…
Elsa valiente
Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).– Es una de las ciudades más pobladas del mundo. La Ciudad de México y su zona conurbada albergan a cerca de 21 millones de habitantes; habitantes con sed, con una sed que exprime el agua de sus suelos de una forma alarmante.
«Hacia el año 1300 de nuestra era, el Valle de México estaba compuesto por un sistema lacustre conformado por cinco grandes lagos, cada uno en su respectiva subcuenca: Xaltocan, Zumpango, Texcoco, Chalco y Xochimilco, los tres primeros de aguas saladas y los dos últimos de aguas dulces».*
En 2015, «Xochimilco es el mayor cuerpo de agua del Valle, es lo que queda de los cinco grandes lagos (Texcoco está por desaparecer) y es la zona que representa la mayor recarga del acuífero: toda la ciudad depende de que exista Xochimilco», advierte Elsa Valiente, directora general de la asociación civil Restauración Ecológica y Desarrollo (Redes A.C.), dedicada a la conservación de este sistema lacustre.
No basta que sea área natural protegida; que desde 1989 se hiciera público un plan de rescate ecológico para el lugar; que haya sido declarado patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés); o que esté considerado humedal de importancia internacional por la Convención RAMSAR (un tratado que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en favor de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos**):
Xochimilco es sobreexplotado, contaminado, olvidado: «Más del 70 por ciento del agua que se ocupa en la Ciudad de México viene del acuífero: estamos sobreexplotándolo al doble de la capacidad de recarga del mismo [… El lago] recibe contaminantes químicos y orgánicos, como descargas domésticas, y además contaminación biológica con especies invasoras. Adicionalmente, los recursos hídricos y sistemas lacustres han sido dejados de lado por el gobierno», lamenta la bióloga.
Conscientes de los daños y las amenazas, Redes A.C. fue fundada en 2007 con el fin de estudiar los sistemas lacustres del Valle de México para rehabilitarlos, promover su conservación, generar alternativas de producción sustentable y trabajar en conjunto con la sociedad. «Los fundadores ya habíamos trabajado con anterioridad en Xoxhimilco, pero cuando reconocimos cuáles eran sus problemáticas, decidimos trabajar directamente con personas que viven y trabajan allí: ellos son quienes realmente tienen el poder de cambio», platica Elsa Valiente.
Hoy día, Redes A.C. es uno de los guardianes del último gran lago del Valle de México, refugio y sustento de numerosas especies de flora y fauna de gran importancia: anfibios, roedores, aves locales y migratorias, reptiles y más: el humedal alberga a seis especies endémicas y a 20 especies clasificadas en alguna categoría de riesgo por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Entre su gran biodiversidad incluye a especies como la ninfa (amenazada), cedro blanco (sujeto a protección), el ajolote mexicano (en peligro), el camaleón de montaña (amenazado), la tortuga casquito (sujeta a protección) y el pato mexicano (amenazada).
Con trabajos de investigación, campañas de difusión y educación, y cursos de capacitación para trabajadores locales los miembros de Redes A.C. realizan un esfuerzo por conservar Xochimilco.
Uno de sus proyectos más importantes es la conservación de la agricultura tradicional: la agricultura en chinampas.
De acuerdo con la asociación, desde hace algunos años surgió una tendencia a tecnificar los cultivos, misma que cambió la producción tradicional en chinampas por la producción intensiva en invernadero, pero «esta tecnología genera contaminación por el uso de agroquímicos y el depósito de residuos tóxicos [y] además requieren de insumos como el uso de energía eléctrica y agua potable para riego»
«Así que nos enfocamos en la conservación de la técnica tradicional, debido a que es más amigable con el medio ambiente: se caracteriza por mantener un reciclaje de materia y energía, por utilizar el sedimento de los canales para hacer los jardines, apostamos por que se deje de utilizar agroquímicos y, en su lugar, se utilicen abonos orgánicos, entre otras cosas… Todo ello implica mayor calidad alimenticia y de vida tanto de la población como de los trabajadores», apunta Valiente.
Por otro lado, Redes A.C. se ha dedicado a la habilitación de refugios y humedales artificiales con el fin de garantizar una mejor calidad de agua y facilitar la conservación de las especies locales:
«Los refugios son espacios aislados hechos con una compuerta que cierra un canal en los dos extremos. Estos son espacios que, a diferencia del resto del lago, no tiene altos niveles de contaminación y está libre de especies invasoras. En estos refugios hemos observado que las especies se recuperan casi por sí solas; constituyen pues, un sistema semi natural funcional», explica.
De entre las especies animales, el ajolote es el elegido. Caracterizado por se una especie sombrilla, es decir, que una vez que se protege salvaguarda a otras más, este anfibio es el punto central de los trabajos de conservación de especies animales para Redes A.C.
Las manos de los miembros de Redes A.C y las personas que trabajan con ellos son las encargadas de cuidar este patrimonio de la humanidad. Un humedal sobreexplotado, contaminado y fraccionado por la acelerada urbanización. Un espacio olvidado por las autoridades «en Xochimilco no se vigila que se acate la regulación correspondiente. Pareciera que no hay instancia que tenga capacidad de acción para ejercer una acción, o que no se quiere hacer»
«[Mientras tanto, nuestro fin es] mejorar la zona de canales de agua, tener una mejor calidad de recursos hídricos, ofrecer un mejor sistema acuático para las especies […] La historia de los recursos hídricos en México es muy importante: históricamente hemos decidido deshacernos del agua a pesar de que estamos viviendo sobre un lago, y el agua tiene memoria: siempre vamos a tenerla con nosotros», concluye la bióloga.
