Los enfrentamientos entre elementos de la Marina y del Ejército en contra de sicarios han dejado a los habitantes del Tamazula en el fuego cruzado. No son pocas las denuncias por abusos en contra de estas corporaciones
Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo/Noroeste).– Alrededor de 250 pobladores de todas las edades provenientes Tamazula, Durango, municipio situado en los límites con Sinaloa, han dejado sus tierras al verlas convertidas en un «campo de batalla» entre las fuerzas federales e integrantes del crimen organizado con una fuerte presencia en la zona.
El Gobernador Mario López Valdez dijo esta mañana al diario Noroeste que el cerco militar que implementa la Marina en la sierra de Durango tiene como objetivo prioritario la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa.
En entrevista en el Puerto de Mazatlán, el mandatario estatal fue parco al responder la pregunta:
-¿Ya se sabe por quién va la Marina?, le preguntaron.
-Ustedes ya lo saben, respondió.
-¿Es «El Chapo»?
-Sí.
De acuerdo a versiones y testimonios de los pobladores desplazados a las que tuvo acceso SinEmbargo, la zona entre ambos estados es un verdadero campo de batalla, donde a cada momento se escuchan detonaciones de armas de alto calibre y sobre vuelos de aviones y helicópteros.
Los enfrentamientos entre elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena) en contra de sicarios han dejado a los habitantes del municipio duranguense en el fuego cruzado. No son aisladas las denuncias por abusos en contra de estas corporaciones.
En junio pasado se acusó a marinos de asesinar a dos jóvenes y de herir a un menor en un ataque aéreo. No obstante, la dependencia a cargo del Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz negó cualquier exceso de sus elementos. En otro caso, este fin de semana una de las habitantes de Tamazula narró al diario Noroeste que su vivienda fue objeto de disparos, según ella, desde el aire.
“Desde el helicóptero dispararon. Mi hija se asustó tanto. Corrí a agarrarla para escondernos”, comentó al medio. En respuesta a ésta y otras acusaciones, la Marina emitió un comunicado en el que negó haber cometido abusos o ataques contra los pobladores de la zona serrana de Tamazula, y aseguró que lo que realizan en la zona son recorridos de disuasión en estricto apego a la Ley.
«Con relación a la información difundida en diversos medios de comunicación sobre supuestos abusos cometidos por personal de la Armada de México en municipios del estado de Durango, la Secretaría de Marina informa que… actualmente mantiene presencia, entre otros, en el municipio de Tamazula, Durango, donde realiza recorridos de disuasión en estricto apego a la legislación vigente y en absoluto respeto a los derechos humanos de las personas», dijo la dependencia.
Noroeste informó el domingo que la única respuesta que dan los marinos es que buscan “a un hombre que se hace acompañar de varios individuos”.
Fuentes consultadas por SinEmbargo refieren que los criminales que mantienen en enfrentamiento con las fuerzas federales mexicanas lo hacen para supuestamente proteger a Joaquín Guzmán Loera, «El Chapo», líder del Cártel de Sinaloa, que se resiste a ser recapturado. Esa misma información, que no ha sido confirmada por ninguna autoridad federal, indica que en el operativo participan elementos de la Marina Armada de México.
Esta versión es ratificada tanto por el Gobernador de Sinaloa, como por varios de los habitantes desplazados que tuvieron que esconderse para no ser confundidos por los militares y por los criminales.
Fuentes cercanas al caso dijeron a NBC News que agentes antidrogas estadounidenses interceptaron señales de teléfonos celulares que confirmaban la presencia de «El Chapo» Guzmán en un rancho localizado en las montañas de esta zona.
Sin embargo, cuando los infantes de Marina mexicanos allanaron el rancho en la Sierra Madre la semana pasada, lo único que encontraron fueron los teléfonos celulares y la ropa que creían podrían haber pertenecido al jefe del narcotráfico, según las fuentes.
Esta semana se dio a conocer que el Alcalde de Tamazula Ricardo Ochoa Beltrán es concuño de»El Chapo» Guzmán. La información refería que la esposa del Presidente Municipal, Ericka Guadalupe Coronel Aispuro, es hermana de la actual esposa de Guzmán Loera, Emma Coronel Aispuro.
En declaraciones al diario Noroeste, la presidenta del Sistema DIF de Tamazula aseguró que no tiene ningún parentesco con la cónyuge de «El Chapo» Guzmán y tampoco la conoce.
«Nosotros somos originarios de La Junta, Sinaloa, mi papá es originario de allá, ya falleció, y mi mamá es de aquí de Tamazula», dijo. «Los apellidos dan igual [a los de Emma] y a lo mejor nos relacionan por vivir en Tamazula, que es donde está ahorita el conflicto», dijo, al referirse a operativos de la Marina.
El Alcalde duranguense expresó a su vez que la acusación era falsa y los afectaba públicamente. Dijo que él no conoce al capo sinaloense y tampoco tiene algún tipo de vínculo con él.
«Es mentira, es una falsedad porque no tenemos ninguna relación con esa gente, mi esposa no es hermana de Emma Coronel, yo no sé de dónde sacaron esa información y sí nos molesta porque no es verdad», indicó.
En tanto, el Alcalde de Cosalá, Samuel Lizárraga, dijo que desconoce si los operativos implementados por la Marina en los poblados de Tamazula tienen como objetivo buscar a Joaquín Guzmán Loera.
En entrevista telefónica dijo al Noticiero Noroeste que en la última semana se ha ofrecido atención a las familias que arriban a la cabecera municipal.
«La gente llega cansada, busca la atención, que le demos un trato en el DIF municipal. No tengo información de ningún tipo de eso [operativo de búsqueda de ‘El Chapo’]. Quien ha centrado más la atención es el DIF estatal», señaló.
Lizárraga dijo que la gente lo que desea es regresar al lugar donde dejó su patrimonio, sus casas, animales, su siembra «lo que buscan es retomar otra vez su estilo de vida, que lleva hasta antes de esos acontecimientos».
Cifras oficiales del DIF de Coasalá refieren que se han atendido aproximadamente a 250 personas entre niños, jóvenes, adultos mayores que han llegado a las oficinas a pedir apoyo.
El diario Noroeste informa este día que el operativo por tierra y por aire que inició la Marina el pasado martes 6 de octubre en poblados del municipio de Tamazula fue ampliado durante la presente semana a la cabecera municipal de Cosalá.
Desde el pasado lunes, dice el medio, se observó que un avión de dos hélices de dicha institución sobrevoló la cabecera municipal cosalteca, pero ayer el sobrevuelo de esa misma aeronave fue de manera más constante y en una ocasión a muy baja altura por la zona Centro.
Un helicóptero también sobrevoló ayer dicha cabecera municipal en varias ocasiones, en tanto que personal en tierra mantiene desde el pasado fin de semana un retén en la entrada a Cosalá, donde realizan revisiones a personas y vehículos.
Otros elementos más a bordo de camionetas realizar recorridos de vigilancia por la ciudad y ayer por la mañana unos permanecieron frente a la plazuela mientras los aviones y un helicóptero realizaban los sobrevuelos.
«Es nada más para hacer presencia, para que la gente nos conozca», manifestó escuetamente el personal de la Semar a Noroeste.
El reporte indica que un avión más pequeño y de guerra sobrevoló también a gran velocidad sobre la cabecera municipal haciendo rápidos movimientos para inclinarse por algunos segundos en la parte norte de esa ciudad y después desapareció como con rumbo a Culiacán.
El sobrevuelo de aviones y helicópteros en la zona serrana del municipio de Tamazula, a entre cuatro y cinco horas por tierra desde Cosalá, se pudo constatar el sábado anterior cuando el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Sinaloa, Leonel Aguirre Meza, en compañía del también integrante de ese organismo, Oscar Loza Ochoa, y de funcionarios del Municipio de Tamazula, acompañados de familiares de habitantes de esa zona acudieron para constatar como estaban las personas en ese lugar y llevárselas a la cabecera municipal cosalteca con sus vehículos, pertenencias y algunos animales.
Un total de cerca de 30 personas, de 42 habitantes, decidieron desplazarse a la cabecera municipal cosalteca ante el temor de que elementos de la Marina regresaran a agredirlos como hicieron el martes 6 de octubre cuando desde un helicóptero dispararon a una casa donde se encontraba solamente una señora con su hija de un año y ocho meses de edad.
El trayecto que hicieron las personas desplazadas y sus acompañantes, pasando dos retenes de la Semar previas identificaciones a los integrantes del convoy que transitó por un camino de terracería escabroso, sorteando fuertes causes de ríos y arroyos, concluyó cerca de la media noche del mismo sábado en Cosalá.