Islamabad, 12 oct (EFE).- El partido del Primer Ministro paquistaní, Nawaz Sharif, la Liga Musulmana-N (PML-N), recibió un fuerte espaldarazo al ganar las elecciones convocadas en una circunscripción de su principal bastión, la oriental ciudad de Lahore, tras demostrarse que hubo fraude en las nacionales de 2013.
Según los resultados preliminares divulgados hoy por la Comisión Electoral, el PML-N se impuso al opositor Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) por una diferencia de apenas 2 mil 400 votos, al asegurar alrededor de 74 mil 500 papeletas a su favor en los comicios, celebrados ayer con una participación del 43 por ciento.
«Estamos investigando el número de votos de PTI emitidos a última hora en la NA122 (circunscripción de Lahore en la Asamblea Nacional) y luego nos dirigiremos a la Comisión Electoral de Pakistán», indicó el líder de esa formación, Imran Khan, en su cuenta de Twitter, al insinuar otro posible fraude en las reelecciones.
En el verano de 2014, el PTI paralizó durante semanas parte de Islamabad con multitudinarias protestas contra el supuesto fraude registrado durante las últimas elecciones nacionales y para pedir la dimisión del primer ministro por este motivo.
Un tribunal electoral ordenó repetir por irregularidades las elecciones nacionales en una de las circunscripciones de la capital cultural paquistaní y en la localidad de Okara, donde ayer venció un candidato independiente al barrer al PML-N con más del doble de votos.
El tribunal pidió repetir también la votación provincial de un escaño por Lahore para la Asamblea del Punyab, que fue ganado por el candidato del PTI con cerca de 32 mil votos, frente a los poco más de 28 mil 400 obtenidos por el PML-N, a falta de conocerse los resultados definitivos.
Decenas de miles de paquistaníes acudieron ayer a las urnas entre fuertes medidas de seguridad en Lahore y Okara, en unas elecciones consideradas un termómetro para la salud política de Sharif un año y medio después de su vuelta al poder.
Una comisión judicial concluyó el pasado julio que no existen indicios de que hubiese fraude masivo en las elecciones de 2013 como alegaba la oposición, si bien concedió que sus acusaciones no estaban «del todo injustificadas» y reconoció que hubo «algunas deficiencias» en el proceso electoral.
El PTI y el también opositor Pakistan Awami Tehrik (PAT) protagonizaron hace algo más de un año protestas para bloquear Islamabad, con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en los que murieron tres personas y unas quinientas resultaron heridas.
Durante las primeras semanas de protestas, los manifestantes tomaron la sede de la televisión estatal y protagonizaron marchas al Parlamento y a la casa de Sharif que se tradujeron en una escalada de tensión en la ciudad.