Los pobladores describen como inhumanas las acciones de los marinos en la sierra duraguense para buscar «a un hombre». Con pocas pertenencias y algunos con su ganado, emigran a Sinaloa.
Ciudad de México, 11 de octubre (SinEmbargo/Noroeste).– El cerco militar de la Secretaría de Marina que inicia en Cosalá y se concentra en este poblado de la sierra duranguense, orilló a sus habitantes a desplazarse a Sinaloa. Lo único que les dicen los marinos, detallan los habitantes, es que buscan «a un hombre que se hace acompañar de varios individuos».
Ayer por la mañana decenas de personas originarias de El Verano, pero que radican en Cosalá, se trasladaron hacia esta comunidad para traerse a sus familias, pertenencias y animales de engorda.
En su travesía fueron acompañadas por Leonel Aguirre Meza, presidente de la Comisión de la Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, por Óscar Loza Ochoa, integrante de este organismo, y por autoridades de Tamazula.
El pueblo, prácticamente, quedó solo al autoexiliarse la mayoría de las familias ante el temor de que los operativos de la Marina arrecien.
Para llegar a El Verano y garantizar su seguridad se les brindó el respaldo de una patrulla de la Policía Municipal de Cosalá con agentes preventivos, aunque sólo fue por un tramo del recorrido.
Al llegar a la comunidad Palo Verde se encontraron con el primero de dos puestos de control militar a cargo de fuerzas especiales de la Marina. El segundo se ubica después de Guadalupe Los Reyes. En ninguno se presentaron problemas.
Ya en El Verano la presencia de los Infantes de Marina es notoria, lo que se constata con el sobrevuelo de un helicóptero UH-60 Sikorsky, de los denominados «Seahawk» (Halcón Marino). De hecho, el operativo se ha extendido a otras comunidades de Tamazula, confirmaron los pobladores.
Tal y como han descrito los habitantes de esta comunidad, se pudo comprobar que hay una vivienda que presenta disparos de arma de alto poder.
Los integrantes de la Comisión de la Defensa de Derechos Humanos de Sinaloa y autoridades de Tamazula recolectaron cada uno de los testimonios de los pobladores.
Una de las habitantes de esta comunidad narró cómo el martes en la noche su vivienda fue objeto de disparos, según ella, desde el aire.
«Desde el helicóptero dispararon. Mi hija se asustó tanto. Corrí a agarrarla para escondernos», comenta.
Los pobladores describen como inhumanas las acciones de los militares en la sierra.
Pero el drama más fuerte, incluso, lo refleja una de las habitantes de mayor edad, quien asegura tener más de 60 años viviendo en este poblado.
Incluso, un niño regresaba ayer por la noche a Cosalá acompañado por su mascota.
El éxodo de los habitantes de la sierra de Durango hacia Cosalá continuaba en la media noche.
Los desplazados esperan que en Sinaloa las cosas sean diferentes.
AFECTADOS IRÁN ANTE LA CIDH
Leonel Aguirre Meza, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, pidió una investigación a fondo para determinar las causas de la agresión, ya que consideró que no hubo motivos justificables.
Dio a conocer que pedirán la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, al equiparar lo que ocurrió en esta zona con lo registrado en Tlatlaya, Estado de México, donde se confirmó que personal de Ejército ejecutó de manera extrajudicial a 22 personas en junio de 2014.