FORTALEZA, Brasil, 10 oct (Xinhua) — La selección brasileña que se medirá ante Venezuela el próximo martes por la segunda fecha de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018, deberá presentar algunos cambios con relación a la alineación que actuó en la derrota del jueves por 2-0 ante Chile.
La posibilidad está siendo considerada debido a los cambios realizados por el seleccionador Carlos Verri «Dunga» en el entrenamiento de este sábado, cuando puso al lateral izquierdo Filipe Luiz en lugar de Marcelo y Lucas Lima en lugar de Oscar en el equipo de los titulares.
En la práctica realizada en el mundialista estadio Castelao, escenario del duelo del martes, Dunga separó a los jugadores por sectores y luego reunió todo el grupo en un entrenamiento técnico de ataque contra defensa.
Diferente de otras ocasiones en que la «verdeamarela» jugó en Fortaleza, el entrenamiento no atrajo a la hinchada: solamente unas 50 personas ocuparon las gradas del estadio, mientras que durante el Mundial de 2014, el número superaba a 5.000.
La falta de interés es atribuida, en parte, a la ausencia del astro Neymar, quien cumple dos partidos de suspensión, y las recientes actuaciones de Brasil — la eliminación en cuartos de final de la Copa América ante el Paraguay y la derrota del jueves ante Chile la primera de la canarinha en un debut por las eliminatorias- han cobrado su precio.
Antes de la práctica, el volante Luiz Gustavo y el lateral Marcelo admitieron en una rueda de prensa que la selección ha «dejado a desear» y que el respecto que solía imponer a los adversarios ha disminuido.
«Nosotros percibimos eso ( que los rivales ahora intentan vencer a Brasil con más ganas) por las dificultades que estamos teniendo», afirmó el volante del Wolfburg alemán .
A su vez, Marcelo comentó sobre la diferencia de desempeño de la ‘canarinha’ que ha ganado todos los amistosos disputados desde que Dunga asumió el comando pero no logra el mismo rendimiento en partidos que valen puntos.
«No sé explicar lo que ocurre», dijo el lateral del Real Madrid. «Nosotros encaramos cada partido como se fuera una final, siempre decimos que para la selección no hay amistosos, pero ganamos cuando no vale nada y cuando el partido vale, dejamos a desear».
«No creo que sea algo psicológico por lo que ocurrió en el Mundial. Tenemos poco tiempo para trabajar en la selección y eso dificulta. Pero no es disculpa», agregó Marcelo.