«Con gran tristeza y consternación he recibido la noticia de los presuntos atentados terroristas que han costado esta mañana en Ankara la vida a muchas personas. Quiero expresarle mis más profunda condolencia», reza la misiva.

De confirmarse que se trata de atentados terroristas, serían unos actos «especialmente cobardes, dirigidos contra los derechos civiles, la democracia y la paz», señala la canciller.

«La mayoría de las víctimas sólo quería reunirse en una manifestación a favor de la mediación y en contra de la violencia. Atacarlos es un ataque directo contra la cohesión de la sociedad. Es un intento de intimidación, un intento de propagar el miedo», agrega.

La Canciller dice que está convencida de que el Gobierno turco y toda la sociedad turca «está unida en este momento» y que «su respuesta al terror es la unidad y la democracia».

Además, Merkel expresa al pueblo turco la solidaridad de los alemanes «en estos momentos difíciles» y pide al Primer Ministro que transmita su pésame a los familiares de las víctimas, al tiempo que desea una pronta recuperación a los heridos.

Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, calificó los atentados contra manifestantes pacíficos de «ataque contra el proceso democrático en Turquía» y expresó su más profunda condena.

«La intención de los autores es, aparentemente, la de crear antes de las elecciones un clima de miedo e intimidación y sembrar el odio y la discordia. No deben lograrlo», escribe el jefe de la diplomacia alemana en un comunicado.

El Ministro llama a «todas las fuerzas en Turquía que buscan la convivencia pacífica y la reconciliación social» a «mantenerse unidos y luchar contra otra escalada».

«Confío en que las fuerzas democráticas profundamente arraigadas en la sociedad turca conseguirán superar también este ataque», concluye Steinmeier, quien expresa asimismo sus condolencias a los familiares de las víctimas y su apoyo a los numerosos heridos.