«Como resultado de las acciones de nuestro grupo aéreo, en las últimas 24 horas, fueron destruidos dos puestos de mando de los guerrilleros, un arsenal en la provincia de Hama, 29 campamentos de los terroristas y 23 fortificaciones», dijo en una comparecencia de prensa el portavoz de esa cartera, general Ígor Konashenkov.

Precisó que, en total, los aviones rusos realizaron un total de 64 misiones, en una de las cuales bombarderos SU-24-M destruyeron un importante conjunto de fortificaciones del EI en la provincia de Alepo.

Konashenkov explicó que la intensificación de los bombardeos en las últimas jornadas obedece a que ha aumentado de manera significativa el número de objetivos detectados desde el aire y el espacio.

Ayer, el Estado Mayor General del Ejército ruso informó de que los ataques aéreos habían aniquilado a cerca de 300 yihadistas en el curso de 24 horas.

El portavoz de Defensa indicó que, de acuerdo a comunicaciones interceptadas, los yihadistas experimentan «gran escasez de armamento, munición y combustible».

«Parte de los guerrilleros está desmoralizada y abandona activamente la zona de los combates, en dirección este y noreste», aseguró.

De acuerdo con el parte ofrecido por Konashenkov, prácticamente en casi todo el territorio de Siria se observa una reagrupación de fuerzas que tiene como objetivo «restablecer con urgencia la capacidad combativa de las bandas armadas del EI».

«En la etapa inicial de las operaciones, nuestros aviones destruyeron las principales infraestructuras logísticas de la organización terrorista EI», dijo el portavoz de Defensa.

Ello, agregó, condujo a una «disminución significativa» del potencial y la movilidad de los grupos yihadistas, así como de su capacidad de llevar a cabo acciones ofensivas.

Konashenko indicó que el Ministerio de Defensa de Rusia ha enviado a la Secretaría de Defensa de Estados Unidos el proyecto de un documento para «evitar posibles incidentes en el espacio de aéreo de Siria» entre los aviones militares rusos y los de la coalición que lidera Washington.

«Nuestros expertos están dispuestos a debatir el borrador del documento con representantes del Pentágono», dijo el portavoz.