«Desgraciadamente Gerd Müller está gravemente enfermo desde hace mucho tiempo», informó el club a través de un comunicado. Apodado «bombardero de la nación», Müller está siendo tratado desde febrero y cuenta «con todo el apoyo de su familia profesional», añadió la entidad en la que pasó la mayor parte de su carrera.

Müller cumplirá el 3 de noviembre de 70 años, pero debido a la enfermedad no habrá ningún festejo oficial.

El jefe del consejo de administración del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, recordó a Müller como uno «de los más grandes del fútbol mundial» y pidió para él y para su familia respeto en esta complicada situación.

«Gerd Müller fue uno de los grandes jugadores del fútbol mundial. Sin sus goles, el Bayern y la selección alemana no estarían donde hoy están», añadió Rummenige.

Müller es considerado el delantero más letal de la historia del fútbol germano y fue el autor del 2-1 que dio a Alemania en 1974 su segundo título mundial frente a Holanda. Además, con 10 goles, fue el máximo artillero del Mundial de México 1970, año en que fue elegido el mejor jugador de Europa.

Con la selección alemana también se consagró campeón de Europa en 1972. Y su marca de 68 conquistas con la selección recién fue superada el año pasado por Miroslav Klose.

En el Bayern obtuvo cuatro títulos de Liga, cuatro veces la Copa de Alemania y en tres ocasiones la Copa de Europa. Y con 365 goles en 427 partidos, todavía hoy sigue siendo el máximo goleador de la historia de la Bundesliga.

A principios de los años 90, el entonces presidente del Bayern, Franz Beckenbauer, le consiguió trabajo como entrenador de divisiones juveniles e inferiores del club. En esa tarea participó en la formación de grandes futbolistas del club como los campeones mundiales Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger y Thomas Müller, entre otros.

En 2011, mientras se encontraba en Italia junto con el plantel de reserva del Bayern preparando la temporada, Müller fue hallado en estado de completa desorientación por la policía de Trento después de que el club denunciase su desaparición.

Aquella vez, Müller abandonó en un taxi el hotel a las cinco de la mañana en dirección a la estación ferroviaria de Trento, donde quería tomar un tren de regreso a Múnich. Al no saberse nada de él se puso en marcha un operativo en el marco del cual hasta los jugadores lo buscaron en un bosque cercano al hotel.

La policía lo encontró 13 horas más tarde en el centro de Trento, donde deambulaba perdido. La esposa del ex jugador viajó a Italia para llevar a su marido de regreso a Múnich.

Tras dejar el fútbol activo, Müller abrió un restaurante en Fort Lauderdale, en el estado norteamericano de Florida, pero fracasó en la empresa y regresó a Europa. Müller se entregó al alcohol, pero años más tarde superó la adicción.