Jerusalén, 6 oct (EFE).- Israel demolió anoche en Jerusalén las viviendas de dos palestinos y selló una habitación de la residencia familiar de un tercero, todos supuestamente involucrados en ataques que tuvieron como blanco a israelíes el año pasado, informó el Ejército israelí.
Abu Jamil Jasan Ben Muhamad llevó a cabo, junto a Abu Jamal Uday Ben Abed, el ataque a una sinagoga del barrio de Har Nof de Jerusalén el pasado noviembre, con el resultado de cuatro civiles muertos, se indica la nota.
Muhamad Naif El Jabais, por su parte, es acusado por Israel de asesinar a una persona y herir a otras siete en Jerusalén en agosto de 2014 al atropellar con una excavadora a varios viandantes antes de estrellarse contra un autobús que volcó como consecuencia de un fuerte impacto.
Además, las fuerzas de seguridad israelíes sellaron una habitación de la residencia familiar de Muatez Ibrahim Halil Hijazi, quien en octubre de 2014 trató de asesinar al rabino Yehuda Glick, al que disparó en Jerusalén en cuatro ocasiones a corta distancia antes de darse a la fuga.
El supuesto autor del asesinato fue localizado horas después del ataque y murió por disparos de los agentes israelíes en un barrio aledaño al lugar de los hechos.
Las demoliciones se producen después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciara el domingo una serie de medidas punitivas destinadas a disuadir a palestinos de lanzar ataques como los que han costado la vida a cuatro israelíes desde el pasado jueves.
Tras una reunión con responsables de seguridad, Netanyahu manifestó que había dado instrucciones para adoptar «una serie de medidas adicionales, incluidas órdenes de demolición de viviendas de terroristas, ampliar las detenciones administrativas de participantes en disturbios y prohibición a involucrados en instigación a acercarse a la Ciudad Vieja de Jerusalén y al Monte del Templo», como llaman los judíos a la Explanada de las Mezquitas.
Cerca de 2 mil israelíes se manifestaron anoche frente a la residencia del primer ministro para exigirle una respuesta más dura a los ataques palestinos y asesinatos de los últimos días en Jerusalén y Cisjordania.