La célebre intérprete mexicana ofreció un concierto íntimo en la clausura del Festival Entijuanarte, antes de lo cual habló ante la prensa sobre la música, el país y las ideas.
Ciudad de México, 6 de octubre (SInEmbargo).- “Cuando me acerco a los jóvenes mexicanos, me producen una energía inquietante, los admiro”, dice la cantante Ely Guerra, en el marco de una conferencia de prensa previa al concierto con que el sábado clausuró la edición 11 del Festival Entijuanarte, en Tijuana, Baja California.
A los 44 años, el paso del tiempo no le ha cobrado facturas a la hermosa intérprete tapatía, quien además de conservar su belleza intacta hace gala de un fino sentido común para analizar los hechos de un país, el suyo, al que siempre está atenta.
“Sin dolor, no puedes ser feliz”, cita, en un guiño hacia el éxito continental que obtuvo con el grupo chileno La Ley, cuando el trío comandado por Beto Cuevas grabara su luego exitoso MTV Unplugged y Ely participara en una inolvidable versión de “El duelo”.
“Nunca antes habíamos tenido tantos jóvenes atentos a lo que pasa, tan comprometidos. Como los 43, que no eran jóvenes random, jóvenes equis a los que les ocurrió una desgracia, eran muy inteligentes, estaban muy enterados y sabían lo que querían, por eso los admiro”, reflexionó la artista.
“A pesar de la tragedia -remarcó- me encanta ver cómo hay un gran batallón de jóvenes mexicanos dispuesto a continuar el legado de los 43 de Ayotzinapa. Lo que ellos hicieron no acabó con ellos, tenemos que terminar la tarea que ellos empezaron. No quiero sonar insensible frente a la situación de nuestro país, pero sí quiero sonar positiva”, insistió.
“Por otro lado, México es un país libre donde se puede hablar de cosas que antes estaban prohibidas. Estamos más comprometidos porque estamos recorriendo un camino de gran dolor, eso también es cierto, tal vez las cosas sean como decían los chilenos [de La Ley]: sin dolor no te haces feliz. Me encanta que los jóvenes persigan el progreso y ojalá se den cuenta de que tienen que votar a los mejores gobernantes, que esa responsabilidad es de todos los ciudadanos en México”, agregó.
“Tenemos al país de al lado con todas las narices metidas en el nuestro y ahora más que nunca debemos hacer contención, luchar por los ideales personales, descubrirnos con nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra ideología, en un mundo moderno. Porque eso es también importante: ¡No nos pidan volver atrás! Atrás, ni para tomar impulso”, clamó Ely Guerra.
“No ignoro las cosas tremendas que pasan aquí, pero cuando miro México no veo semáforos en rojo, sino señales de seguir, de avanzar y lo digo con todo respeto hacia esos 43 que perdieron la vida para poder decirnos: -Sí, estamos aquí, sabemos lo que queremos”, dijo.
DEL ROCK ALTERNATIVO
Antes de su show junto al pianista que la acompaña desde hace 18 años -el argentino Nicolás Santella- con el que llevó a cabo un número íntimo y quizá más adecuado para un ámbito menos espacioso que la emblemática explanada del Centro cultural Tijuana (Cecut), donde parte de la gente comenzó a a irse temprano un tanto desilusionada por el formato austero que decidió ofrecer a la mencionada ciudad fronteriza, Ely defendió su pertenencia al rock mexicano y reafirmó su gusto por “las canciones alternativas”.
La autora de “Mi playa” hizo votos también para ser considerada -como compositora e intérprete- parte de la tradición mexicana, un corpus musical en el que no sólo habitan “las canciones del pasado”, afirmó.
“Nosotros, los autores contemporáneos, formamos parte de la tradición mexicana. A los 44 años de edad que tengo, no puedo hacer las mismas canciones que hacía a los 30. Ahora me siento obligada a expresar a través de mis canciones no solamente quién soy a mi edad, sino también qué ocurre en mi país, qué le pasa a las mujeres de mi país a mi edad”, expresa.
“Es más fácil hablar de las personalidades del pasado, pero los músicos contemporáneos hemos estado hombro con hombro haciendo las nuevas canciones y trabajando en todos los aspectos de la producción. Muchas veces me he dicho: basta de la industria musical, basta de todo, pero al final del día vuelve a surgir esa energía femenina que nos permite seguir creando”, afirmó.
“En este punto no puedo dejar de mencionar a Julieta [Venegas], una mujer absolutamente guerrera que ha hecho su carrera de manera brillante, la admiro y la respeto, es un gran referente para mí”, destacó Ely en la tierra de su colega.
“Julieta tiene una gran capacidad musical y es una artista dedicada de manera total a su trabajo, me gusta mucho lo que hizo y lo que hace, así como también me interesa mucho la obra de ‘la chaparrita’ Natalia Lafourcade, a quien acabo de ver y felicitar por su sensibilidad e inteligencia. Uno la ve y parece una niña, pero no, es una mujer”, dijo Guerra.
“También puedo hablar de aquella joven que me abría los conciertos en Tijuana 10 años atrás, Carla Morrison. La conozco desde que venía a mis shows a decirme que era mi fan y mira a la desgraciada, ya está bien arriba, ¡que me dé chamba, ¿no?!”, bromeó.
“Es emocionante ver cómo de a poco también nos convertimos en testigos del ascenso de las nuevas generaciones. Y no somos testigos envidiosos, somos testigos amorosos que abrazamos las nuevas propuestas, así como también me he juntado con gente más grande que yo como Eugenia León y Tania Libertad. Las tres dimos un concierto en el Carnegie Hall en homenaje a Chavela Vargas y esa fue una experiencia maravillosa que me abrió muchas puertas”, admitió.
“He aprendido también muchísimo con la joven directora Alondra de la Parra, que me dirigió muchas veces. Cantar con una banda de rock es una cosa y hacerlo con una orquesta filarmónica exige una demanda distinta y cuando la que te dirige es alguien que se da vuelta, te mira, te sonríe, sabes que la vas a pasar bien, que no vas a estar nerviosa, es buenísimo”, precisó.
NADIE VA A PODER HACER NADA POR TI
Ely Guerra no cree en la ayuda que pueden hacerse los autores e intérpretes entre ellos para que cada uno pueda realizarse en el oficio elegido.
“Cuando tienes un talento para la música o cuando decides dedicarte a la música, debes saber que nadie va a poder hacer nada por ti. Si tú no haces la chamba, nadie la hará por ti”, remarcó la artista que a lo largo de sus dos décadas de carrera musical, grabó ocho producciones discográficas, entre las que destacan Lotofire (1999), Hombre invisible (2009), y Ciclos (2013) y quien a su vez ha colaborado en mas de 40 producciones de otros músicos.
Ha cantado con Sting, en un concierto a favor de la educación y colaborado en bandas sonoras de películas como Amores perros, De la calle, El viaje de Teo, Los campeones de la lucha libre, El Santos vs La Tetona Mendoza, Reencarnación y Vacas vaqueras.
“El camino de un artista ya está trazado y lo único que tienes que hacer es comprometerte con él”, es el mensaje que Ely tiene para las nuevas generaciones de músicos de su país.
“Un sueño se construye durante todos los días de tu vida y no hay un lugar al que llegar. La realidad no somos glamour ni estrellato, somos trabajadores de la música y nadie ha hecho por mí las canciones que yo debía hacer. Tengo amigos muy importantes en la música, bien fregones, pero no agarro el teléfono para llamarlos y decirles: -Ey, cabrón, escríbeme una canción. A nadie le encargo mi chamba”, manifestó.