Kabul, 2 oct (EFE).- El Gobierno afgano acusó hoy a los talibanes de llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales, violaciones y torturas durante los tres días que controlaron la norteña ciudad de Kunduz, alegaciones que los insurgentes rechazaron.
«Las investigaciones preliminares muestran que los talibanes han cometido asesinatos extrajudiciales de civiles y militares, además de torturas», informó el Palacio Presidencial en un comunicado.
El Ejecutivo afgano indicó que los insurgentes han cometido también violaciones, puesto en libertad a presos condenados por asesinato, saqueado las propiedades de la gente y prendido juego a edificios institucionales, como la radio, la televisión, colegios, ONG, Naciones Unidas y consulados.
Las acusaciones del Ejecutivo afgano coinciden con un informe de Amnistía Internacional (AI) que relata asesinatos masivos y violaciones,
Tras tomar la ciudad el lunes, los talibanes organizaron «escuadrones de la muerte» para asesinar a civiles, según relató AI en un comunicado emitido desde su sede en Londres, acusación que los talibanes rechazaron en un comunicado.
«Nuestros compatriotas, y en particular los ciudadanos de Kunduz, vieron que la lucha de los muyahidines por la protección de la religión y el país es solo contra los invasores y sus secuaces», dijo el portavoz insurgente Zabihullah Mujahid.
«Han acusado a los muyahidines de saqueo, quemar casas y cometer acciones inmorales. Estas informaciones no tienen base y su publicación muestra el comportamiento sesgado de esta organización (Amnistía Internacional). Lo consideramos injusto y lo condenamos», indicó el portavoz.
La toma de Kunduz, el pasado lunes, fue la conquista militar más importante de los talibanes desde que en 2001 fueron sacados del poder tras la invasión estadounidense, y se produjo un día antes de que el presidente afgano, Ashraf Gani, cumpliera un año en el poder.
Las fuerzas de seguridad con apoyo aéreo de Estados Unidos retomaron la ciudad ayer, pero continúan los combates en la localidad con los talibanes.