México, 1 oct (EFE).- La animación y demás artes secuenciales son «la industria más fértil de México», aseveró José Iñesta, director de la agrupación Pixelatl y líder de un equipo que impulsa el sector multimedia del país latinoamericano para que se convierta en palanca de desarrollo y abra nuevas vías de narrativa en el país.
«La industria del entretenimiento en general crece a dos dígitos anualmente a nivel mundial, pese a las crisis económicas. Es el motor de California, que es una de las diez economías más grandes del mundo, así como del Reino Unido, de Japón y otros países del primer mundo que son un ejemplo a seguir para México», dijo Iñesta en una entrevista con Efe.
La parte medular de la estrategia del grupo, integrado por animadores, diseñadores, comunicadores y otros profesionales, la constituye el Festival Pixelatl de Animación, Videojuegos y Cómic, que celebró su cuarta edición del 9 al 13 de septiembre en Cuernavaca, estado central de Morelos.
Una de las principales actividades del encuentro es el Foro, donde se dan «talleres, conferencias, clases maestras, keynotes (pautas), coloquios y una serie de actividades que permiten formar a los artistas mexicanos para estar en esta industria», explicó Iñesta.
Este segmento contó en esta ocasión con ponentes del calibre de Phil Tippett, quien habló sobre la técnica de «stop motion» usada en la primera trilogía de cintas de «Star Wars», y de la supervisión de los dinosaurios digitales de Jurassic Park, trabajos que le valieron sus dos premios Óscar.
También estuvieron Mark Osborne, director del largometraje animado El Principito, y Noelle Stevenson, quien tiene dos «best sellers» de novela gráfica, entre otras figuras de la industria.
Otro aspecto fundamental de Pixelatl fue la Cumbre Ideatoon, en que la industria mexicana de la animación tuvo oportunidad de presentar proyectos de series animadas ante ejecutivos de importantes canales, productoras y distribuidoras de contenidos a nivel global.
«Lo que busca Ideatoon es vincular a los estudios mexicanos con los canales de televisión, con productoras, con distribuidoras internacionales, para obtener financiación, para realizar las series», indicó Iñesta.
El Festival contó asimismo con la sección Pantallas, en la que se mostraron selecciones de películas animadas de diferentes festivales mundiales y cuyo objetivo «es inspirar y ubicar un poco a los creadores mexicanos para que sepan dónde está la animación internacional en estos momentos», expuso.
Finalmente, dijo, está el segmento de Vinculación, «de ‘networking’ (red de contactos), donde tenemos ‘happy hours’, cócteles, fiestas y diversas oportunidades para que los artistas mexicanos puedan acercarse al talento internacional».
Iñesta refirió que el encuentro reunió a casi 1.500 artistas y entusiastas procedentes de todo México y de otras naciones, así como a unos 60 invitados de 13 países.
«Es un festival que se ha posicionado en el mundo como espacio de vinculación del talento mexicano con las plataformas internacionales de desarrollo de propiedades intelectuales», dijo.
Destacó que la revista especializada Animation Magazine lo ubicó como uno de los mejores 25 eventos de 2015 junto con el Comic-Con de San Diego (Estados Unidos), el FMX de Stuttgart (Alemania) y otros.
De acuerdo con el ingeniero en computación, la intención del evento es «detonar la industria multimedia mexicana para que se convierta en una palanca de desarrollo».
«Y también de dignificación, porque al tiempo que una persona es capaz de contar historias, de resignificar su propia historia, con eso también resignificamos un poco a México», abundó.
Consideró que la animación y otras artes secuenciales, «que incluyen el cómic y los videojuegos, son la industria más fértil en México» por la proliferación de estudios y escuelas, si bien al sector le hacía falta «esta plataforma de exposición del talento mexicano, y es por eso que surge el Festival».
El director de Pixelatl manifestó que un aspecto esencial de estas artes radica en la tecnología, pues al contar historias a través de las nuevas herramientas «adquieres habilidades que te posicionan de forma diferente ante el mundo y te da nuevas oportunidades».
«Y por otro lado tiene una cuestión narrativa. Al aprender a contar historias puedes decodificar también el mundo de forma diferente y puedes cambiar tu propia historia», puntualizó. EFE