¿Benéficos o perjudiciales? Está comprobado que los videojuegos afectan de diversas maneras al cerebro humano, pero ¿de qué forma lo hacen?
Ciudad de México, 30 de septiembre (SinEmbargo).- Los efectos de los juegos de video en las personas han sido discutidos desde hace varios años. Sin embargo, las investigaciones al respecto han sido pocas, ya sea para que actuara a su favor o en su contra. Sin embargo, ahora un grupo de científicos demostró la manera en la que el entretenimiento digital cambia los cerebros de sus usuarios habituales. Hay desventajas, por supuesto, pero también otros aspectos que los reivindican.
De acuerdo con BBC News, entre las ventajas de jugar con una consola o computadora se encuentran la mejora de la memoria o la concentración. No obstante, también se halló que pueden causar adicción y fomentar conductas crueles entre sus usuarios.
Así, estudios de laboratorio han encontrado un aumento de alrededor del 4 por ciento en los niveles de agresión de los jugadores después de jugar juegos violentos. Sin embargo, otros grupos de investigación han concluido que factores como los antecedentes familiares, la salud mental o simplemente el hecho de ser varón son más importantes para determinar los niveles de agresión.
Por otra parte, existen estudios que se agregan a el lado negativo del entretenimiento digital y alertan que los videojuegos generan adicción, así como pérdida del sentido de la realidad.
No obstante, a pesar de los vínculos negativos que se han encontrado en el acto de jugar videojuegos, lo cierto es que la ciencia aún no ha logrado encontrar una relación causal entre los videojuegos y los actos de la vida real de la violencia. Por el contrario, un creciente cuerpo de trabajo está empezando a ver estos juegos con diferentes ojos.
EL LADO BUENO
Es un hecho que los juegos de video ejercen cierta influencia en nuestro cerebro, pero esto apenas comienza a ser respaldado por científicos. De esta manera se ha llegado a la conclusión de que algunos títulos afectan de manera positiva a las capacidades cognitivas del cerebro.
El profesor Adam Gazzaley de la Universidad de California en San Francisco, es uno de los defensores de los videojuegos. Así, el catedrático diseñó el videojuego Neuroracer para abordar el deterioro mental de las personas de la tercera edad con el que los usuarios de mayor edad demostraron mejorar su memoria y la capacidad de concentración.
Por otro lado, la profesora Daphne Bavelier, de la Universidad de Ginebra –enfocada en el estudio de la manera en la que el cerebro se adapta a los permanentes cambios ambientales– demostró en un experimento que los usuarios de los videojuegos presentaron mejor capacidad de visión que el resto, gracias a los numerosos movimientos y acciones que implican su interacción, ya que los jugadores tienen que reaccionar muy rápidamente y distribuir su atención a lo largo de la pantalla de computadora.
De igual manera, los videojuegos pueden tener aplicación práctica en campos como la medicina. Al respecto, Henk ten Cate Hoedemaker, cirujano laparoscópico asociado a la Universidad de Groningen, diseñó un juego que permite desarrollar la motricidad y la agilidad en esta técnica quirúrgica a través de una lente óptica. Su objetivo es que los cirujanos principiantes practiquen además de mejorar los resultados de los aprendices en las tareas educativas quirúrgicas.
Sumado a los beneficios, también se encontró en otro estudio –realizado por la profesora Simone Kuhn, del Instituto Max Planck de Desarrollo Humano– que juegos como Super Mario 64 DS incrementan el tamaño del cerebro.
Kuhn empleó imágenes por resonancia magnética funcionales (fMRI, por sus siglas en inglés) para estudiar durante dos meses los cerebros de las personas que jugaban con el título protagonizado por el fontanero emblema de Nintendo. Después de este periodo se encontró que tres áreas del cerebro habían crecido, todas ellas involucradas en la navegación y el control de la motricidad fina.
Aunque todas estas se tratan de investigaciones no dejan de ser pruebas de que cada vez estudios científicos más grandes exploran los efectos de jugar juegos de video. Por otro lado, es apenas el principio para, de una vez por todas, exponer todo el potencial que el entretenimiento digital puede llegar a tener.
