Zagreb/Budapest, 26 sep (EFE).- Casi 10 mil refugiados y migrantes entraron ayer en Croacia en su camino hacia Europa Occidental, según el Ministerio croata del Interior, mientras que en Austria se contabilizó una cifra similar y en Hungría llegaron algo más de 8 mil exiliados.
Desde el pasado 15 de septiembre han entrado en Croacia unos 65 mil migrantes, coincidiendo con el cierre de la frontera húngara con Serbia, lo que convirtió el territorio croata en una nueva zona de tránsito en la ruta de los Balcanes.
La zona más transitada es la denominada «frontera verde» serbio-croata, un terreno llano entre los ríos Danubio y Sava, en la que se encuentran las localidades de Tovarnik, Ilok Bapska y Strosinci.
Los refugiados que llegan a Croacia son dirigidos hacia el centro de acogida en Opatovac, cerca de Tovarnik, donde después de ser registrados y descansar, son transportados en trenes y autobuses hasta la frontera de Hungría.
Las autoridades húngaras, a su vez, trasladan a los exiliados a la frontera Austríaca, desde donde son transportados hacia Viena, y de allí, a Alemania, el destino deseado por la mayoría.
Desde que Croacia y Serbia levantaron ayer los bloqueos mutuos al movimiento de vehículos y mercancías en la frontera, originada por la crisis de refugiados, el transporte se desenvuelve hoy sin restricciones, según los medios locales.
En Hungría la Policía informó que interceptó ayer a 8.159 refugiados que entraron en el país de forma ilegal, procedentes en su gran mayoría de Croacia.
En la primeras horas de hoy unos 2.000 refugiados han sido transportados en un tren hasta la frontera con Austria, conforme a la rutina de los últimos días.
El primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán aseguró ayer que su Gobierno seguirá construyendo una valla en la frontera con Croacia, para detener a los miles de refugiados que llegan desde el país vecino, al igual que hizo con Serbia.
«La valla en la frontera con Serbia está funcionando y vamos a aplicar la misma medida en Croacia», manifestó el primer ministro húngaro.
Hungría ya levantó en la frontera con Croacia una alambrada de concertinas y se espera que en los próximos días concluya una segunda valla de malla de cuatro metros de altura en los tramos terrestres de la delimitación.
Orbán indicó que no cerrará la frontera con Croacia hasta consultar con Polonia, República Checa y Eslovaquia, sus socios más cercanos a su postura en la crisis migratoria, y después de participar la semana que viene en la Asamblea Genera de Naciones Unidas en Nueva York.
En lo que va de año el número de refugiados que han entrado en Hungría procedentes de zonas en conflicto de Oriente Medio supera los 240.000, aunque la inmensa mayoría abandonaron el país en dirección hacia países de Europa Occidental como Alemania o Suecia.
A Austria el viernes llegaron unos 10.500 refugiados, la mayoría por el paso fronterizo con Hungría de Nickelsdorf, donde hay un primer centro de recepción gestionado por el Ejército y la Cruz Roja.
En la última semana unas 55.000 personas llegaron a Austria y la inmensa mayoría siguió su viaje en dirección a Alemania.
