Nueva Delhi, 23 sep (EFE).- La fiscalía solicitó hoy la pena de muerte para ocho acusados y cadena perpetua para otros cuatro por los atentados con bomba en siete trenes de cercanías que causaron 189 muertos y 817 heridos en 2006 en Bombay, capital financiera de la India.
El fiscal especial del caso, Raja Thackeray, rechazó ante el tribunal que los doce acusados hayan mostrado arrepentimiento, en contra de lo argumentado por los abogados defensores, según recoge el diario local The Indian Express.
«Solo decir que se han reformado o han leído muchos libros de ‘Mahatma Gandhi’ no es suficiente», dijo en el Alto Tribunal de Bombay.
La acusación pública no admitió tampoco como atenuantes la edad ni la enfermedad de alguno de los procesados y señaló en cambio como agravante que los atentados se cometieron en hora punta con el fin de causar el mayor número posible de víctimas, de acuerdo con este medio.
«Hay una mano extranjera en la comisión del crimen y alguno de los convictos fue a campos de entrenamiento terrorista en Pakistán», aseguró el fiscal según la agencia local PTI.
Thackeray pidió la pena capital para ocho de ellos y para los otros cuatro la cadena perpetua o una pena de «no menos de 60 años».
Los abogados defensores han argumentado que los acusados fueron meros ejecutores pero no quienes planearon el ataque, en su intento de evitar la pena de muerte.
El pasado 11 de septiembre el tribunal que lleva el caso declaró culpables a doce acusados de conspiración y asesinato y exculpó a otra persona, aunque hasta el próximo día 30 no se espera conocer a qué penas son condenados.
El juicio comenzó en 2007 y desde entonces han declarado 243 testigos por el atentado, del que la India culpó al grupo paquistaní Lashkar-e-Taiba (LeT).
Los autores del ataque, ocurrido el 11 de julio de 2006, pusieron los explosivos en ollas exprés, sincronizaron las explosiones con temporizadores de cuarzo y las bombas estallaron en un lapso de apenas quince minutos.
