Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).– La reingeniería del gasto público rumbo al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016 que planteó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la Cámara de Diputados, afecta principalmente a la inversión pública, los recursos destinados a los Estados, así como los sectores salud y educación, alertaron analistas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
De acuerdo con un análisis que realizó el CIEP sobre el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2016, el gasto público se redujo en 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir 4 mil 764 millones de pesos comparado con 2015.
Los especialistas en presupuesto determinaron que las Reformas Energética y Hacendaria, emprendidas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto desde 2013, limitan una mejora en los gastos ya que con ambas legislaciones el desarrollo económico del país se ve limitado.
En ese sentido, Sunny Villa, detalló que la reingeniería del presupuesto fue muy limitada debido a las condiciones económicas actuales, pero que el mayor daño lo tuvieron los ingresos.
Al respecto, Héctor Villareal Páez, director del CIEP, explicó que ante la crisis de los precios del petróleo, la baja producción de barriles y las tasas de bajo crecimiento hay “leyes que no se adaptan a las circunstancias actuales del sector energético y conllevan a que la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) 2016 mantenga en crecimiento elementos que se vislumbran complicados de obtener”.
El director de CIEP agregó en ese sentido que el país se financia principalmente de los ingresos tributarios y petroleros, por lo que “es difícil ver un crecimiento social” si ambos se ven elementos se ven afectados.
Los analistas en presupuesto explicaron además que el aumento constante y creciente de la deuda pública también es un factor que merma el crecimiento económico ya que se espera que para el próximo año ésta represente el 3.2 por ciento del PIB mientras que dentro de 15 años podría ocupar el 90 por ciento del PIB, nacional.
“De nada sirve recaudar más si sigue gastando mal […] lo que debemos preguntar es quién tiene qué y quién lo necesita porque la deuda sigue creciendo”, opinó Ricardo Cantú, también investigador del CIEP.
Por lo anterior, el CIEP concluyó que el Paquete Económico dado a conocer por la Secretaría de Hacienda para el próximo año “fue el paquete que se pudo».
«Ante la astringencia de recursos se tuvo que hacer un recorte importante en el gasto programable. Las economías logradas fueron parcialmente contrarrestradas por un aumento en el gasto no programable […] que siga presionando las finanzas públicas en los años por venir”, planteó.
MENOS INVERSIÓN, PERO MÁS DEUDA
Ante la astringencia de recursos, se tuvo que hacer un recorte importante en el gasto programable. Los investigadores del CIEP explicaron que en el PPEF 2016, el principal afectado por el recorte es la inversión, que cayó un 0.7 por ciento del del Producto Interno Bruto (PIB), en tanto que para el próximo año se estima una deuda de 47.8 por ciento.
Los especialistas explicaron que el Gobierno federal propuso tener una deuda del 3.2 por ciento del PIB, lo que significa tres años consecutivos con cifras mayores al 3 por ciento, hecho que los especialistas calificaron como algo «totalmente insostenible» ya que, alertaron, hacia 2030 la deuda podría representar el 90 por ciento del PIB.
En ese sentido, Ricardo Cantú, analista del CIEP, comentó qué la «deuda es deuda y tendremos que pagarla».
Agregó que actualmente tan sólo los intereses de la deuda pública representan dos puntos del PIB.
En el PPEF 2016, el gasto total en inversión equivale a 2.1 por ciento del PIB (404,950.0 mdp). En el 2015, el gasto aprobado en inversión fue del 2.8 por ciento del PIB; es decir, una diferencia de 0.7 puntos PIB. Se menciona en los artículos transitorios de la ILIF 2016 que, para el ejercicio fiscal de 2016, no se contabilizará para efectos del equilibrio presupuestario, algunos gastos de inversión del Gobierno federal hasta por un monto equivalente a 2.5 por ciento del PIB.
De los 404 mil 950 millones de pesos propuestos para inversión pública en 2016, el 74.7 por ciento está asignado en los ramos Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos (302 mil 692 millones 800 mil pesos). Este monto se asigna a través de 13 programas presupuestarios y equivale al 1.6 por ciento del PIB.
Hay un margen de 0.9 por ciento del PIB que pudiera no ser contabilizado, para efectos del equilibrio presupuestario, bajo el concepto de inversiones de alto impacto. Algunos proyectos de inversión que pudieran ser considerados como de alto impacto son: Los nuevos hospitales, cuya inversión para el 2016 equivaldría a 2 mil 588 millones 300 mil pesos y el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con una inversión propuesta para el 2016 de 46 mil 124 millones 900 mil pesos (equivalente a 0.24 por ciento del PIB).
Por último, el documento explicó respecto a las finanzas públicas locales que “las participaciones y aportaciones federales se incrementarían en 8.5 por ciento y 1.1 por ciento, respectivamente en el 2016. Sin embargo, el gasto federalizado tendría una reducción del 0.9 por ciento, en términos reales, respecto a 2015, debido a reducciones en el ramo 23”.
Con relación a los recursos que se otorgan para el desarrollo de los estados de la República Mexicana, los investigadores encontraron que no todas las entidades podrán beneficiarse de por el incremento del 1.1 por ciento que dispuso Hacienda en las aportaciones federales a nivel nacional, ya que un total de 18 estados se verán reducidos.
En ese sentido, el documento detalla que entidades como San Luis Potosí, Campeche, Jalisco, Nuevo León y Tabasco tendrán “mayores retrocesos”.
Los especialistas agregaron que “aquellos estados que tengan una reducción se verán en la necesidad de incrementar su recaudación local, endeudarse o recortar algunos programas. La elección de cualquier de estas estrategias dependerá de los niveles de ingreso per cápita, de endeudamiento y de pobreza que tiene actualmente cada entidad”.
Asimismo, Ricardo Cantú agregó que “si bien la deuda federal ya cuenta con mecanismos para regularse, la deuda que tienen los estados sí podría ir en aumento”.
SECTORES AFECTADOS
Según el análisis realizado por el CIEP, “el presupuesto asignado en el PPEF 2016 para salud representa 2.7 por ciento del PIB, lo que significa 0.1 puntos del PIB menos que en PEF 2015”.
El documento explica que el ajuste anterior se refleja en la reducción de recursos en ramos como Secretaría de Salud (Seguro Popular) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en gasto de inversión y subsidios, mientras que también se registran caídas en subfunciones como Generación de Recursos para la Salud y Prestación de Servicios de salud a la Persona.
Los especialistas del Centro detallaron que lo destinado para este sector y las caídas en el presupuesto asignado en gasto en salud y gasto en pensiones no contributivas “plantean un panorama que no impulsan un sistema de seguridad social universal”.
Al respecto Sunny Villa, investigadora del Centro, explicó que este sector ha sido afectado principalmente por el gasto que representan las pensiones.
“La reducción del presupuesto en salud va en sentido contrario a las proyecciones, dado que la población envejece y la transición epidemiológica indica mayor prevalencia de enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión conforme pasan los años”, detalló el análisis.
Respecto a Educación, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria destacó que “el gasto en la Reforma Educativa para 2016 representa 1.9 por ciento del PIB, ya que “al igual que en 2015, la prioridad el presupuesto fue destinado al Servicio Profesional Docente”, es decir a la nómina que ocupan los trabajadores de la educación que ocupara un estimado de 354 mil 653 millones de pesos, mientras que el presupuesto destinado las universidades se redujo en un 6.8 por ciento .
Según el estudio realizado por el CIEP “de acuerdo a lo propuesto en el PPEF 2016, los recursos a la nómina educativa y el Servicio Profesional Docente representan el 80.1 del presupuesto a educación básica. El presupuesto de 34 programas que, en general, van dirigidos a la evaluación, investigación y diseño de políticas educativas (Mantenimiento de Infraestructura, Programa Nacional de Inglés, Evaluaciones de la calidad de la educación) no llega al 0.01 por ciento del PIB”.