Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).– La Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), unidad Laguna, ha propuesto al Consejo Municipal de Salud de Torreón, Coahuila, generar composta a partir de cadáveres de perros callejeros que sean sacrificados como parte de una solución a la problemática de fauna urbana nociva en la localidad. Previo a esto, la institución buscará generar una campaña de adopción para el rescate del mayor número posible de animales.
La UAAAN presentó la propuesta el pasado jueves 3 de septiembre en su calidad de consejera del municipio en materia de salud. En entrevista para SinEmbargo, el veterinario Eric Alejandro Reyes Ramírez, coordinador del Departamento de Salubridad e Higiene de la Universidad, expone que la presentación del proyecto se hizo en el marco de una reunión con autoridades municipales con el fin de buscar solución a diversas problemáticas de salud y sanidad:
«Entre los problemas que nos plantearon está el control de fauna urbana nociva. Hoy día el Ayuntamiento no tiene bien estructurado el sistema de desecho de animales nocivos, sobre todo de perros, gatos y ratas. La dinámica que se practica ahora [como en otras regiones del país] consiste en capturar e incinerar; pero esta práctica se ve limitada porque la capacidad de captura de animales está muy limitada y también el número de animales que se pueden incinerar. Por otro lado, el proceso de incineración resulta ser costoso por tanta energía que se usa y por el proceso de filtraje del aire que es necesario», explica.
De acuerdo con cifras dadas en entrevista a este medio por el animalista Alberto Cárdenas, en Torreón existen alrededor de 150 mil perros en situación de calle y existe un número indefinido de gatos en la misma situación. «Esto ha llevado a que el Centro de Atención Canina (CAC) del municipio no se dé abasto, y mientras tanto la población de animales, en lugar de reducirse, va cada día más en aumento. Inclusive hemos llegado a la situación de que por la saturación del CAC, la misma Dirección de Seguridad Pública ha habilitado un área en donde se resguardan perros mientras hay cabida en el CAC», comenta.
El animalista también explica que el problema de animales en Torreón es tan grave, que alrededor de 300 animales son sacrificados mensualmente. «Y serían más si no fuese porque algunos albergues se encargan de rescatar a varios de los animales», sostiene.
«Ante esta problemática –explica el veterinario Alejandro Reyes– la UAAAN ha propuesto un sistema que no es nuevo en el mundo: el de compostaje de carcasas. Éste implica un proceso fermentativo en donde la carne y toda la materia orgánica del animal muerto se descompone y se reduce exclusivamente a material orgánico de fertilización».
«El proceso se lleva a cabo por microorganismos y por insectos, incluso por gusanos, y al último acabamos con un perro muerto con material orgánico totalmente seguro, que no contamina nada», explica.
El veterinario sostiene que se trata de un modelo de manejo integral sustentable, puesto que el fertilizante que se obtiene es muy rico en nitrógeno. «Y Torreón tiene problemas de fertilidad, tenemos mucha erosión y por eso se batalla mucho para implantar, por ejemplo, plazas públicas con árboles y zacate, porque la tierra está estéril. Pero esta composta que se producirá es ideal para reintroducirla a la tierra infértil, por lo que propondremos al municipio que que se utilice para contrarrestar el efecto de la erosión en el municipio, que lo utilice para sus jardines públicos», comenta.
Por otro lado, el coordinador explica que este proyecto tiene que manejarse de forma integral, considerando la parte humanitaria, por lo que la universidad buscará coordinar la creación de una unión de asociaciones protectoras de animales para hacerlas partícipes directas .
«Para llevar a cabo lo que proponemos trabajaremos con el Ayuntamiento porque ellos se encargarán de la captura y alojamiento de los animales (bajo las mejores condiciones), pero también buscamos que las asociaciones se involucren para echar a andar una campaña de adopción; de modo que sólo los animales que no sean reclamados por su dueño o adoptados sean sacrificados de la forma más humanitaria y después sus cadáveres descompuestos de la forma más saludable posible para la comunidad», sostiene.
El veterinario explica que la UAAAN contempla realizar la siguiente semana una reunión en forma de taller de planeación participativa con todos los involucrados, para discutir el proyecto y fijar los ejes de acción. Y que se prevé que el proyecto se realice este año.
«Este es un proyecto innovador en México, porque apenas comienza y se trata de algo beneficioso, porque con esto el municipio ahorraría de dos formas: ya no compraría fertilizantes y el costoso proceso de incineración se suprimiría al 100 por ciento […]. Se producirá un producto que no produce daño a las personas y con el que se podrán fertilizar áreas erosionadas», concluye.
Por su parte, Alberto Cárdenas, del Albergue Corazón Canino, asegura que en la comunidad animalista local la propuesta ha generado división de opiniones, y que el problema de los animales ferales no es tanto de salud pública como por falta de cultura en la tenencia responsable por lo que piensa que previo a la ejecución de la propuesta de la UAAAN debe educarse a la población sobre la importancia de la tenencia responsable o el fenómeno se repetiría.
«Hace cerca de 20 años que en Torreón no hay un sólo caso de rabia –comenta–, por lo que la propuesta de la Universidad podría ser viable sólo si hay previamente arduas campañas de esterilización y concientización de la gente. Se deben visitar colegios, universidades, hacer eventos públicos para informarla. Sólo así una propuesta como ésta sería viable, porque de otro modo se volverá a tener a los perros que se dieron en adopción en la calle», sostiene.
El animalista también dice será difícil encontrar hogar a más de 150 mil perros en la ciudad, «pero lo cierto es que hay perros que por las condiciones en que se encuentran no tienen más que se sacrificados; como en casos muy avanzados de perros con desnutrición, sarna o moquillo (en fase terminal). Además, se tiene que considerar las poblaciones de gatos ferales en la región».
En cuanto a los métodos de sacrificio, Cárdenas admite que el CAC de Torreón ha estado aplicando uno humanitario, de conformidad con la Norma Oficial que prohibe la electrocución como forma de matanza. «Las cerca de 15 asociaciones protectoras de la localidad hemos trabajado arduamente para que el sacrificio sea humanitario y ya hemos logrado trabajar en coordinación con el área de salud del municipio y el director del CAC para que las cosas se hagan como se tienen que hacer. Presionamos, por ejemplo, para que el CAC tuviera presupuesto suficiente para los barbitúricos necesarios para el sacrificio de los animales», explica.
En caso de que, el Ayuntamiento, la comunidad animalista local y la UAAAN lleguen al acuerdo de echar a andar el proyecto propuesto por la universidad, el municipio será el encargado de la captura, albergue temporal y matanza de los animales destinados a ese fin. Así como de la utilización de la composta obtenida.
«Este proceso podría empezar con un perro muerto, y terminar en un árbol vivo», sostiene el coordinador Reyes Ramírez.