Ciudad de México, 28 de agosto (SinEmbargo).– Tras la aprobación de la Reforma en Telecomunicaciones, las políticas públicas en materia, es decir, la Transición Digital Terrestre (TDT), la Red Troncal y la Red Compartida, proyectos que tienen como principal objetivo el acercamiento de contenidos audiovisuales de mejor calidad y de alcanzar una mayor cobertura de telefonía e Internet, quedaron en manos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que de acuerdo con especialistas en el tema, ha fallado en la implementación de estos, al darles fines políticos.
En ese contexto, el entorno económico podría poner en duda una puesta en marcha satisfactoria.
México ha retrasado estas políticas que en el mundo se realizaron hace más de dos décadas. 2015 es el año crucial para la Red Compartida y la TDT, ya que para la primera, se realizará el proceso de licitación en octubre, mientras que la segunda tiene como fecha límite de implementación el 31 de diciembre.
Esto último es considerado por los expertos como un factor clave. Para Ernesto Piedras, director General del Competitive Inteligence Unit, consultoría especializada en regulación de telecomunicaciones, los objetivos de la reforma son ambiciones muy altas que se buscan implementar con mecanismos aceleradores, “se pone la fecha y se intenta forzar al sistema para llegar. Eso lleva al fracaso de Tijuana en la primera edición del apagón la red analógica, que poco tiempo después se encendió de nuevo porque no estaban las condiciones”.
Sostuvo que un factor que durante la discusión de la Reforma y sus leyes secundarias no se previó fue el de las finanzas públicas y la situación de la economía mexicana, y que ahora pueden dificultar la calendarización. “Esta administración va en un buen cauce, pero se tiene un récord de postergación en las fechas”, agregó.
Para el ex comisionado de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel, hoy Instituto Federal de Telecomunicaciones), Mony de Swaan Adatti, el hecho de que en México no se haya avanzado en la cobertura fija y móvil de Internet, es porque la SCT ha encontrado en las telecomunicaciones y en la radiodifusión, herramientas políticas y electorales.
“México tenía los índices más bajos de inversión privada per cápita en telecomunicaciones, pero también pública. El Estado dejó de invertir en las telecomunicaciones de este país y la forma que se encontró fue la de establecer proyectos de infraestructura muy ambiciosos: la Transición Digital Terrestre, la Red Troncal y la Red Compartida. En la ejecución de políticas públicas vamos muy mal […] Extrañamente, toda esa parte donde peor vamos, es la que le corresponde a la Secretaría”, comentó en una entrevista con este diario digital.
Gonzalo Rojón, director de Análisis del CIU, planteó que otro de los problemas de la SCT es que no ha implementado una campaña informativa dirigida a la industria, a la academia y a la población sobre lo que son estas políticas y la forma en que se implementarán. “La migración luce complicada. El país sí está para ponerse metas altas, siempre y cuando sus políticas públicas sean efectivas y realistas”, comentó.
EL RETO DEL APAGÓN
Para la Transición Digital Terrestre (TDT) se prevé que la entrega de 13.8 millones de pantallas planas con un costo de 26 mil millones de pesos, y constitucionalmente se determinó que la fecha para la conclusión de las Transmisiones Analógicas en todo el país sea a más tardar el 31 de diciembre de 2015.
“La migración a la televisión digital la hizo todo el mundo, pero dadas las características estructurales del país se ponen objetivos muy altos, ya que no sólo es la repartición de decodificadores sino aparatos de televisión en un país con un porcentaje de la población en pobreza muy grande. En la TDT se viene arrastrando un problema de origen; desde la Cofetel hace tres años se diseñó mal, porque en lugar de hacer el diagnóstico, identificar los requerimientos, garantizar los recursos y luego concretar el apagón analógico, parece que hubo una obsesión por la fecha, en lugar de analizar cuándo podría llegarse a él”, comentó Piedras.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que para 2013, en ocho ciudades del norte del país, que es la región con mayor penetración de televisores digitales, el 28 por ciento declararon no haber escuchado sobre la televisión digital y en el caso de haber escuchado, declararon que sus fuentes de información no son instancias oficiales. De los 31 millones de hogares, el 25.8 por ciento cuentan con televisor digital, mientras que el 69 por ciento tienen solamente televisores analógicos; el 5.2 por ciento de los hogares no contaban con televisor.
En México de los 31 millones de hogares, el 25.8 por ciento cuentan con televisor digital y el 69 por ciento tienen televisores analógicos. El 5.2 por ciento restantes, no cuenta con televisor.
De acuerdo con la SCT, hasta el momento se han entregado 2 millones 840 mil 402 televisiones a la población en México con menores recursos –a cada uno de los 13.8 millones de hogares inscritos en los programas de la Secretaría de Desarrollo Social–, ya que se tiene programado que el 100 por ciento de la cobertura esté para el mes de agosto.
“Mónica [Aspe Bernal, Subsecretaria de la SCT] dice que se cumplirá el plazo, pero heredó una situación que no ha avanzado en los primeros dos años como se debía. Veremos si cumplen el 31 de diciembre; extrañamente encontraron la veta política que fue repartir televisiones en época electoral. Es una tragedia de las agencias con corte político encargadas de políticas públicas, pero es una tragedia que vivimos siempre”, dijo al respecto De Swaan.
Los puntos donde más aparatos se entregarán son las delegaciones Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en el Distrito Federal; Toluca, Atlacomulco, Ecatepec, Valle de Chalco, Chalco, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, en el Estado de México, así como en el estado de Puebla.
Gonzalo Rojón consideró que la evaluación previa al apagón debe ser muy importante, ya que no se pueden tomar en cuenta sólo las televisiones que fueron entregadas por vía del gobierno, ya que hay mucha gente que no tiene televisión de paga, pero tampoco es parte de padrón de programas de la Sedesol, que también se utilizó para elegir a los beneficiarios de las televisiones.
“Se puede cumplir la entrega de todas las televisiones, pero que aun así, cuando se haga el levantamiento para verificar que efectivamente más del 90 por ciento de la población tiene televisión digital, quizá no se alcance ese objetivo. Si los resultados son muy bajos con lo que respecta a la meta, definitivamente no se podría hacer el apagón, sería grave dejar a miles de personas sin televisión”, agregó.
El pasado 25 de agosto, la SCT pospuso el fallo de la licitación de las últimas 3.6 millones de televisiones digitales que se repartirán para el apagón digital, debido a que el costo de algunos de los materiales con los que se fabrican los televisores provienen de otros países, y ante el alza del dólar frente al peso, los precios se han disparado.
INCERTIDUMBRE EN LAS REDES DE COBERTURA
Otros datos del Inegi muestran que de los 12 millones de hogares que tienen computadora en México, sólo el 16 por ciento cuenta con conexión a Internet.
Según el Módulo sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares 2014 (MODUTIH 2014) del Instituto, dos de cada tres hogares (67.2 por ciento) que no cuentan con red reportaron la falta de recursos económicos como la principal limitante para contar con la conexión, en tanto que uno de cada seis señaló carecer de interés o necesidad de disponer del servicio.
La Red Compartida es un proyecto que busca acelerar la disponibilidad y el acceso a servicios de banda ancha en todo el país, a través de una red de servicios móviles que desagregará toda su estructura para comercializarla a servicios a concesionarios y comercializadoras de telecomunicaciones para que lleguen a los usuarios.
La licitación, pasó de tener un presupuesto de 10 mil a 7 mil millones de dólares. El modelo será bajo una asociación público-privada, y puede tener hasta 100 por ciento de inversión extranjera directa. El ganador o ganadores diseñarán la red, la financiarán y se encargarán del despliegue, operación y comercialización, y permitirá a los operadores de servicios de telecomunicaciones ofrecer, de manera más efectiva, mejores servicios de voz, datos y video a los usuarios finales.
Para Ernesto Piedras, el modelo “público-privado” puede tener riesgos derivados de la situación económica nacional e internacional, ya que aunque se trate de inversión privada de hasta 100 por ciento las turbulencias financieras se traducen en inestabilidad macroeconómica, desempleo, desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto y menor disponibilidad de recursos de esta empresas, así como los precios del equipamiento que por lo regular son en dólares.
De acuerdo con la información de la SCT, la Red Compartida funcionará acorde a los estándares internacionales, precios competitivos y no discriminará a operadores y comercializadoras; tendrá obligaciones de cobertura y utilizará al menos 90 MHz de los 700 MHz de la Red Troncal y que también posee el espectro que fue liberado para la Transición Digital Terrestre.
La donación de fibra óptica la Comisión Federal de Electricidad (CFE), será la nueva red troncal. Funcionará como la vía de transporte para datos de información de los operadores de telecomunicaciones, sobre todo en las zonas en las que actualmente no hay cobertura y al haber más mercado, se asegura que la competencia será más justa, y al mismo tiempo habrá una disminución en los precios del servicio. La SCT indicó que el pasado julio recibió 39 manifestaciones de interés para la licitación.
“La red troncal es un modelo muy extraño en el cual sólo un país ha hecho algo similar y es Kenia. Lo que se ha hecho con el espectro de la banda de los 700 MHz es que se licita a los operadores y la ponen a trabajar. Aquí hay incertidumbre sobre cómo será manejada, si el Gobierno federal o algunos operadores. A la fecha no sabemos cómo se hará y se está haciendo de la forma contraria a como lo hace el resto del mundo y que ha funcionado. Eso siempre incluye un riesgo mayor de que el proyecto fracase”, comentó Gonzalo Rojón en entrevista para SinEmbargo.
Esta Red, de acuerdo con lo estipulado en la Reforma Constitucional, prestará servicios de telecomunicaciones cuando en una población no haya operadores que lo hagan, esto con el objetivo de incrementar la cobertura nacional.
La puesta en marcha de estas redes podría modificar en gran medida el mercado de la telefonía y de la Internet, donde Telmex y Televisa poseen más del 80 por ciento del mercado de la telefonía y banda ancha fija, mientras que Telcel y Telefónica, poseen el 87 por ciento del mercado de la telefonía móvil.