Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).– En las próximas elecciones de 2016, los estados de Puebla y Veracruz elegirán gobernadores cuya particularidad será que tendrán un mandato de sólo 22 meses. El propósito es que el siguiente proceso electoral para elegir Gobernador se realice en la misma fecha que todos los mexicanos elegirán al Presidente de la República, en el año 2018.
El argumento es que al empatar la elección estatal con la federal se acabará con la “escalera” electoral a lo largo del sexenio, se reducirán los costos de los proceso electorales y aumentará la participación ciudadana en las urnas.
No obstante, existen motivos entre especialistas y políticos para creer que la medida lejos de beneficiar a la sociedad tiene la verdadera intención los gobernadores Rafael Moreno Valle, de Puebla, y Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz, por mantener el control político en la entidad más allá de su propio sexenio.
Asimismo, pretende esconder los yerros de los citados gobernadores uno emanado del partido Acción nacional (PAN) y el otro del Revolucionario Institucional (PRI) durante su sexenio, bajo el paraguas de la parafernalia mediática relacionada con la elección presidencial.
Para el analista político Jorge Alcocer, en los hechos, estos «minigobernadores» serán mandatarios débiles, sin posibilidad de cumplir un proyecto de gobierno, y se limitarán a ser encargados de despacho, mientras llegan los tiempos para elegir al siguiente Gobernador de un periodo de seis años.
“Estos cambios no tienen que ver con homologar calendarios, reducir costos o simplificarle la vida a la sociedad, a los ciudadanos, tiene que ver con cálculos pragmáticos de los gobernadores en turno”, señaló Jorge Alcocer, en entrevista para Sin Embargo.
“A contentillo” de los citados gobernadores, los congresos de Puebla y Veracruz reformaron sus respectivos códigos electorales para homologar la elección local para elegir Gobernador y diputados locales con la próxima elección presidencial.
En el caso de Puebla, el Gobernador tendrá un ejercicio que irá del primero de febrero del 2017 a de diciembre de 2018. En el caso veracruzano el mandato será del 1 de diciembre de 2016 al 30 de noviembre de 2018.
Esta reforma al Código Electoral local no es ilegal en sí misma ni tendría mayor inconveniente de no ser porque los congresos de Puebla y Veracruz establecieron que, por única ocasión, estos estados tendrán un Gobernador constitucional por sólo dos años, o de 22 meses para efectos prácticos.
¿Qué puede hacer un Gobernador en beneficio de la ciudadanía durante un mandato de solo dos años? Se le cuestionó al también director de la Revista Voz y Voto.
“Nada, no le servirá en nada a la ciudadanía, tener esos gobernadores que van a tener un problema de entrada porque su periodo será demasiado breve, cuando vayan a la mitad de su miniperiodo se va a abrir el calendario electoral de nuevo para la elección del Gobernador de seis años”, dijo el especialista Jorge Alcocer.
Otros gobernadores en funciones intentaron emular la fórmula y colocar gobernadores de un periodo de dos años a partir del 2016.
Entre estos personajes se encuentra el mandatario de Chihuahua César Horacio Duarte Jáques, fuertemente cuestionado por su participación accionaria en un banco privado financiado con recursos estatales; Gabino Cué Monteagudo, de Oaxaca, criticado por su pésimo manejo de la crisis magisterial, y Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas, superado completamente por la violencia y la inseguridad en su entidad.
Sin embargo, a diferencia de Moreno Valle y Duarte de Ochoa, los últimos gobernadores fueron incapaces de reunir los consensos suficientes entre la oposición para realizar los cambios en sus propias constituciones estatales.
¿GOBERNADORES O CUIDADORES DEL CHAGARRO?
Para el especialista en política, en el caso de Puebla el ajuste al calendario electoral se trata se trata simplemente de una maniobra para que el Gobernador Rafael Moreno Valle coloque un mandatario que “cuide el changarro”, mientras coloca los cimientos para hacer viable su aspiración como candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) en el 2018.
“Lo que el Gobernador Moreno Valle pretende –vamos a ver si lo logra–, es influir en el Gobernador del miniperiodo, luego volver a influir en la designación del Gobernador de seis años y a partir de allí construir una plataforma para su campaña en 2018, si es que es el candidato presidencial del PAN”, dijo Jorge Alcocer.
En el caso de Veracruz, el analista político observó una maniobra más enfocada a aprovechar la efervescencia mediática que provoca la elección presidencial para intentar distraer la atención pública de los presuntos casos de corrupción por el Gobernador Javier Duarte de Ochoa, con el pretexto de empatar la elección local con las elecciones federales
“Poner un minigobernador de 23 meses permite entonces que el siguiente gobernador de seis años pueda erigirse con la cubierta de la elección presidencial”, dijo el especialista.
“Por eso creo que esta reforma tiene que ver más con las prevenciones y temores del Gobernador, y del PRI veracruzano respecto de la elección”, agregó.
A diferencia del Gobernador Moreno Valle, Duarte de Ochoa no parece un aspirante del PRI a la candidatura presidencial en el 2018. Sin embargo, el veracruzano es uno de los mandatarios más cuestionados en este momento por presuntos actos de corrupción, ineficiencia de su gobierno, elecciones manchadas por la compra del voto y nula protección a la prensa y defensa al derecho a la libertad de expresión.
EL “ESTRAMBÓTICO” CASO VERACRUZ
El Diputado federal veracruzano por el PAN, Humberto Alonso Morelli, señaló que la gubernatura de dos años que funcionará en su entidad natal a partir del 2016 se trata de una simple fachada del Gobernador Duarte.
“Esta gubernatura de dos años no le conviene a los veracruzanos, al único que le conviene es a Duarte y al Gobierno del estado digamos para cuidar sus errores en la administración pasado”, dijo el legislador federal.
Recordó que el mismo elaboró una propuesta para que no hubiera un gubernatura de dos años, sino una de cinco años, a fin de que la homologación de los calendarios electorales, el estatal y el federal, se realizara en 2021 y no en 2018.
“No le conviene ni a los ciudadanos ni a los partidos de oposición. Se trata de una campaña muy costosa para los veracruzanos, le cuesta a las instituciones políticas, y prácticamente entrando se tiene que preparar el siguiente proceso electoral para la sucesión”, agregó el Diputado Humberto Alonso Morelli.
No obstante, quienes aprobaron la reforma electoral defienden la modificación, aunque también se trate del mismo partido de oposición.
Al ser cuestionado sobre el por qué se avaló la propuesta de una gubernatura estatal de dos años y no una de cinco, el coordinador del PAN en el Congreso del Veracruz, el Diputado Domingo Bahena Corbalá afirmó que homologar el calendario con la elección presidencial permitirá ampliar la participación ciudadana.
“Nosotros como grupo legislativo hemos impulsado el que haya concurrencia en el proceso electoral”, dijo a Sin Embargo el coordinador de los diputados locales del PAN.
El Diputado Domingo Bahena Corbalá rechazó que el corto periodo de mandato sea un obstáculo para que el próximo Gobernador tenga posibilidad de realizar un proyecto de gobierno en beneficio de la sociedad.
“Quienes aspiran a ser Gobernador tienen que ser personas que ya sepan de qué se trata. Quien va a hacer las cosas bien, lo hará en un mes, en seis meses, en un año o en dos años”, apuntó el legislador.
El partido Movimiento Ciudadano impugnó la reforma mediante ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). No obstante, la Corte avaló de forma unánime la reforma realizada por el Congreso de Veracruz por considerar que no violó ningún procedimiento establecido en la Carta Magna.
El caso de Veracruz fue calificado como “estrambótico” por el analista Jorge Alcocer, porque a los legisladores estatales se les “olvidó” un pequeño detalle: la imposibilidad de homologar la elección de presidentes municipales con la elección federal porque los ayuntamientos tiene periodos de cuatro años en el estado.
“El caso de Veracruz es más estrambótico porque tiene alcaldes de cuatro años. Entonces, ¿cuál homologación? Si se trataba de hacerlo con racionalidad lo lógico era que el año entrante hubieran elegido un Gobernador por un periodo de cinco años, para empatar el proceso con el federal en el 2021”, apuntó el especialista.
EL CASO PUEBLA, CON MIRAS AL 2018
Desde julio de 2011 el Congreso de Puebla aprobó la reforma electoral por la cual hace concurrente la elección local con la federal en donde también se elegirá al Presidente de la República, diputados federales y senadores.
El Gobernador Moreno Valle presentó la iniciativa y se encargó de cabildearla entre los grupos parlamentarios estatales.
Su trabajo de cabildeo fue tan bueno que esta reforma fue apoyada por todos los partidos políticos, principalmente por el PRI que en ese momento se encontraba renuente.
“En el caso en el caso de Puebla estamos totalmente ante una visión transexenal en donde el calendario electoral se ajusta a pretexto de homologar la elección local con la federal, pero en el fondo para posibilitar una trayectoria política del hoy Gobernador Moreno Valle”, afirmó Jorge Alcocer.
En el caso de Puebla, el Gobernador Rafael Moreno Valle es uno de los prospectos más fuertes de su partido, el PAN, para ser candidato presidencial en el 2018.
“La minigubernatura le permitirá al señor Gobernador Moreno Valle incidir en la elección-designación del candidato de su partido y desde allí contar con un aliado para el 2018”, apuntó el especialista.
“Lo que a mí me llama mucho la atención es que nadie en el Gobierno federal les haya dicho: ‘oigan, espérense, qué están haciendo’”, apuntó.